Vista En: Cines Ocimax (Gijón), sábado 28 de marzo de
2009.
Título Original: Street Fighter: The Legend of Chun-Li.
Director: Andrzej Bartkowiak.
Guión: Justin Marks, inspirado en el videojuego Street Fighter II: The World Warrior, estrenado en 1991. Género: Acción.
Música: Stephen Endelman. Fotografía: Geoff Boyle.
Decorados: Suzanne Caplan Merwanji. Vestuario: Shirley Chan.
Productoras: Hyde Park Entertainment, Capcom Company,
Adlabs Films y Legend Films. Presupuesto: ±18.000.000 $.
Países: Canadá, India, USA y Japón. Año: 2009. Duración: 96 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Kristin Kreuk
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Chun-Li
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Chris Klein
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Charlie Nash
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Neal McDonough
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M. Bison
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Robin Shou
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Gen
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Moon Bloodgood
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Det. Maya Sunee
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Josie Ho
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Cantana
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Taboo
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Vega
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Michael Clarke Duncan
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Balrog
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Pei Pei Cheng
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Zhilan
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Edmund Chen
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Xiang
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Elizaveta Kiryukhina
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Rose
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Emilze Junqueira
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Jeanne Xiang
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Siendo una adolescente, una joven llamada
Chun-Li presencia el secuestro de su padre por parte de un señor del crimen.
Años más tarde, ya convertida en una pianista y experta en artes marciales,
inicia la búsqueda de su padre en la creencia de que está vivo, buscando
enfrentarse a una banda criminal llamada Shadaloo y a su cabecilla, el
despiadado M. Bison.
Crítica: Revisión, o más bien destrucción, del popular
universo de luchadores de videojuegos que Capcom creó desde su primera parte en
1987, en lo que es un intento desgarbado y patético por remontar la saga
después de aquella lejana Street Fighter: La Última Batalla [Steven E. DeSouza,
1994], contando para la ocasión con la guapa protagonista de la serie
Smallville [2001] Kristen Kreuk y enfrentada al que ya hiciese de malo en
Pisando Fuerte [Kevin Bray, 2004], un Neal McDonough que tiene de Bison lo que
Einstein de bailarín de reggae. Extrañísima en la elección de secundarios, ni
siquiera ese grandullón simpático llamado Michael Clarke Duncan se las arregla
para darle un poco de entidad o de identidad a lo que es una tama cogida con
hilos muy finos (todo el asunto de la Rosa Blanca así como los asuntos
comerciales de Bison: ¿en serio el que en teoría es un poderoso
dictador/megalómano ahora solo es un ejecutivo?. ¡Por favor!; Kreuk, buscando
librarse de la pátina de la Lana Lang televisiva, solo para recaer en el
sinsentido de un personaje al que no se le parece ni en el blanco de los ojos).
Meramente funcional de sus combates, la extraña inclusión del Liu Kang de
Mortal Kombat [Paul W.S. Anderson, 1995] Robin Shou como Gen o el cantante
Taboo, que debuta en el cine como Vega (sacrilegio y escarnio, mofa y befa por
los siglos de los siglos), solo hacen de arruinar a la película, no librándose
ni la banda sonora de Endelman ni como no la fotografía de Geoff Boyle,
haciendo toda ella se vaya por la pendiente de la estupidez (Bison, librándose
de uno de los suyos por haber fallado en un combate; Gen, explicando el pasado
de Bison y lo que hizo para garantizarse el éxito como líder de Shadaloo,
ridículo en grado sumo; la sucinta mención a Ryu, al que dejan de lado de una
forma descomunal: ¿tanto costaba añadirle en la trama?). En si misma, una
película terrible. De principio a fin.
La Puntilla: No entiendo el propósito de hacer esta
película. Por más que lo intento descubrir, no lo entiendo. Es incomprensible.
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