Vista En: Cines Marta & María (Avilés), lunes 17 de
noviembre de 1997.
Título Original: Spawn.
Director: Mark A.Z. Dippé.
Guión: Alan McElroy, basado en una historia original
de Alan McElroy y Mark A.Z. Dippé, inspirado en el personaje creado en 1992 por
Todd McFarlane. Género: Fantástico.
Música: Graeme Revell. Fotografía: Guillermo Navarro.
Decorados: Dena Roth. Vestuario: Dan Lester.
Productoras: New Line Cinema, Todd McFarlane Entertainment
y Pull Down Your Pants Pictures. Presupuesto: ±40.000.000 $.
País: USA. Año: 1997. Duración: 96 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Michael Jai White
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Al Simmons/Spawn
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John Leguizamo
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Payaso/Violator
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Martin Sheen
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Jason Wynn
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Theresa Randle
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Wanda Blake
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Nicol Williamson
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Cagliostro
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D.B. Sweeney
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Terry Fitzgerald
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Melinda Clarke
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Jessica Priest
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Miko Hughes
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Zack
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Sydni Beaudoin
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Cyan
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Michael Papajohn
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Glen (Padre de Zack)
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Laura Stepp
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Angela
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Frank Welker
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Voz de Malebolgia
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Al Simmons, un veterano agente de la
organización de espionaje A-6, es asesinado traicionado por su jefe. A su
llegada el Infierno, Malebolgia le ofrece regresar a la Tierra como Spawn,
envuelto dentro de la necrocarne que le da poderes especiales. Pero Simmons,
que busca volver con su familia, se resiste a Malebolgia, enfrentándose a su
secuaz, el demente Violator.
Crítica: Debut en la dirección del diseñador de
efectos especiales Mark A.Z. Dippé, quien trabajó para James Cameron en Abyss
[1989] y Terminator 2: El Juicio Final [1991] entre otras, y que firma una
película que juega a la intriga en plan Misión: Imposible [Brian DePalma, 1996]
pero a la que pronto desvía para meterse en terrenos sobrenaturales infames y
defectuosos, destruyendo casi toda su credibilidad debido a un guión nefasto
repleto de topicazos que aparecen por la pantalla uno detrás de otro (Martin
Sheen, el clásico traidor con aspiraciones de dominación global: ¿cómo es
posible del Benjamin Willard de Apocalypse Now [Francis Ford Coppola, 1979] meterse
en tamaña memez?; John Leguizamo, haciendo al primo hermano de Pennywise en su
faceta más sádica y desmadrada, pero con unos niveles de asquerosidad y
repugnancia que cuesta soportarlo). Aunque pasable como adaptación del propio
cómic en el diseño del traje y su atmósfera turbia, lo torpe de los efectos
especiales y de la actuación de los secundarios, así como la banda sonora de
quien hiciese la de El Cuervo [Alex Proyas, 1994], mandan el largometraje al
abismo de la podredumbre por vía express, en que ni el supuesto héroe/antihéroe
evita el descrédito para un proyecto defenestrado por su acabado (Nicol
Williamson, imitando las poses misteriosas y elocuentes de su Merlín de
Excalibur [John Boorman, 1981], pero mucho menos creíble que entonces; la relación
entre Spawn y el niño Zack, en un extraño intento por humanizar así al
personaje; las visiones infernales y de las legiones de demonios, o las peores
secuencias digitales desde El Cortador de Cesped [Brett Leonard, 1992]: el
Malebolgia se lleva la palma en cuanto a cutrerío hecho por ordenador). Dejando
un cierre con aspiraciones de futura saga que difícilmente se haga realidad,
Spawn es una película que borda lo penoso, y excede con mucho lo
lamentable.
La Puntilla: Un demonio que parece un perro, un payaso sin
gracia, un malo de pacotilla y un héroe a la barbacoa. Spawn: el infierno es
verla.
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