Vista En: Cines Marta & María (Avilés), lunes 1 de
julio de 2002.
Título Original: Spider-Man.
Director: Sam Raimi.
Guión: David Koepp, basado en el personaje creado en
1962 por Stan Lee y Steve Ditko. Género: Acción.
Música: Danny Elfman. Fotografía: Don Burgess.
Decorados: Karen O’Hara. Vestuario: James Acheson y Trenton Brisco.
Productoras: Columbia Pictures Corporation, Marvel
Enterprises y Laura Ziskin Productions. Presupuesto: ±134.000.000 $.
País: USA. Año: 2002. Duración: 139 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Tobey Maguire
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Peter Parker ‘Spiderman’
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Willem Dafoe
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Norman Osborn ‘Duende Verde’
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Kirsten Dunst
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Mary Jane Watson
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James Franco
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Harry Osborn
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Cliff Robertson
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Ben Parker
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Rosemary Harris
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May Parker
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J.K. Simmons
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J. Jonah Jameson
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Joe Manganiello
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Flash Thompson
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Gerry Becker
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Maximilian Fargas
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Bill Nunn
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Joseph ‘Robbie’ Robertson
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Jack Betts
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Henry Balkan
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Stanley Anderson
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General Slocum
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Peter Parker, de visita con su clase a un
laboratorio científico, resulta mordido por una araña experimental. Debido a
ello adquiere diversos poderes que usará para encontrar a un delincuente
responsable de matar a su tío Ben, pero también a un criminal que se hace
llamar Duende Verde, el cual está sembrando el caos en toda Nueva York con sus
superarmas.
Crítica: El otrora desmadrado director de la trilogía
Posesión Infernal [1981] y sus secuelas traslada a la gran pantalla las
aventuras del hombre araña con una puesta en escena sensacional que deja a la
altura del betún al Spiderman de Nicholas Hammond de los años 70, haciendo del
choque generacional una de sus principales armas para apoyar en él un guión
bien pensado y ejecutado que sabe donde poner el corazón para emocionar y la
acción para impresionar (Willem Dafoe, inmejorable como Duende Verde, con una
cara que por si sola basta para creérselo de villano: su charla-monólogo ante
un espejo no tiene desperdicio; Kirsten Dunst, o como la niña de Entrevista con
el Vampiro [Neil Jordan, 1994] ha crecido tanto en belleza como en su capacidad
como actriz: su beso con Spiderman, con él colgado de una telaraña cabeza
abajo, no será de los que se olviden fácilmente; Tobey Maguire, tan simpático
como torpe, el perfecto pelele de cualquier instituto). Sacando lo mejor de la
casa Marvel en materia de aventuras, Raimi mueve la cámara con la misma
habilidad con que en su día rodara Darkman [1990], haciendo de Nueva York un
personaje más, sin olvidar la genial banda sonora del compositor fetiche de Tim
Burton y a unos secundarios que sin ellos la cosa no sería lo mismo (J.K.
Simmons, la comedia en estado más puro y concentrado que merecería una película
para él solo; Tía May, rezando sus oraciones para irse a dormir, interrumpida de
la manera más radical; Peter, decidiendo combatir en lucha libre para sacarse
un dinero extra con el mismísimo ‘Macho Man’ Randy Savage: un puntazo tras
otro). Equilibrando su metraje para hacerlo tan llevadero que se pasa como un
suspiro, y con un diseño de vestuario impecable (la armadura del Duende Verde;
la muerte del tío Ben, trágica de necesidad), Spiderman es un ejemplo de cine
de superhéroes. Una singular muestra del cine más palomitero.
La Puntilla: Solo una duda, así a lo loco: ¿se puede
saber, Peter, de dónde narices sacaste dinero y materiales para crearte
semejante trajecito?.
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