Vista En: Canal Hollywood, Jueves 16 de julio de 2015.
Título Original: Star Trek III: The Search for Spock.
Director: Leonard Nimoy.
Guión: Harve Bennett, basado en la serie de
televisión Star Trek: La Conquista del Espacio, creada por Gene Roddenberry y
estrenada en 1966. Género: Ciencia Ficción.
Música: James Horner. Fotografía: Charles Correll.
Decorados: Tom Pedigo. Vestuario: Robert Fletcher.
Productoras: Paramount Pictures y Cinema Group Ventures.
Presupuesto: ±17.000.000 $.
País: USA. Año: 1984. Duración: 105 minutos. Color.
Reparto:
|
Personajes:
|
William Shatner
|
James T. Kirk
|
Leonard Nimoy
|
Spock
|
DeForest Kelley
|
Dr. Leonard ‘Bones’ McCoy
|
James Doohan
|
Montgomery Scott
|
George Takei
|
Hikari Sulu
|
Walter Koenig
|
Pavel Chekov
|
Nichelle Nichols
|
Nyota Uhura
|
Mark Lenard
|
Sarek
|
Christopher Lloyd
|
Comandante Kruge
|
Merritt Butrick
|
David Kirk
|
Robin Curtis
|
Teniente Saavik
|
Cathie Shirriff
|
Valkris
|
(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Aún doliente por la pérdida de Spock, Kirk es
puesto sobre aviso que quizá haya una posibilidad de devolverle a la vida
cuando, tras saber que éste transfirió su conciencia a McCoy, su cuerpo sin
mente ha aparecido en el Planeta Génesis, donde un grupo Klingon ha viajado
para apoderarse del arma y usarla como proyectil táctico contra la Federación
de Planetas.
Crítica: Continuación directa de la segunda parte
dirigida por Nicholas Meyer dos años antes, con el propio Nimoy debutando para
la pantalla grande tras algunos pinitos televisivos, amén de algún que otro
cambio inesperado (Robin Curtis, heredando el papel de Saavik de Kirstey Alley,
quien se pasó pidiendo dinero para reaparecer). Una propuesta que combina una
importante carga emocional con unos apabullantes efectos especiales, sin
olvidar las labores en materia de banda sonora de un James Horner que parece
remendar parte de su trabajo en la película anterior para la ocasión (Sarek, un
Mark Lenard muy convincente, haciendo una lectura mental de Kirk; Génesis,
sometido a una imparable destrucción: ¿parábola del medio ambiente de la
Tierra?; el propio Spock, envejeciendo a un ritmo acelerado). Su guión, que
expande la anterior película en un tono menor, provoca que Nimoy dirija ésta
con algo de garbo, aunque no sin un par de altibajos, capaz de provocar asombro
pero también del mayor de los pesares (la nave Klingon, apareciendo en mitad
del vacío del espacio; el comandante Kruge, castigando a uno de sus oficiales
por hacer un ‘disparo afortunado’; el almirante Kirk, recibiendo la peor de las
noticias que le podrían dar: un momento dramático, desgarrador). Tan correctos
como de costumbre en sus interpretaciones, son sus secundarios los que
consiguen dar algo de novedad y sobriedad a un reparto al que la edad comienza
a pasar factura (más en su físico que en su capacidad actoral, todo sea dicho;
Saavik, enfrentándose a David tras conocer un secreto acerca de Génesis;
Christopher Lloyd, haciendo de Kruge un placer culpable: un malo de lo más
disfrutable). La tercera entrega de la tripulación de la Enterprise es, a pesar
de todos sus intentos, una película no tan redonda como debiera, algo floja a
veces pero aún así un show correcto, que funciona a medio gas de sus
posibilidades.
La Puntilla: Que miedo da lo del Génesis: no tanto por lo
que hace, si no por lo que podría hacer si algo así cayese en manos
equivocadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario