Vista En: Cines Cinebox (Corvera), jueves 25 de octubre
de 2012.
Título Original: Resident Evil: Retribution.
Director: Paul W.S. Anderson.
Guión: Paul W.S. Anderson, basado en la saga de
videojuegos homónima, estrenada en 1996. Género: Terror.
Música: Tomandandy. Fotografía: Glen MacPherson.
Decorados: Steve Shewchuk. Vestuario: Wendy Partridge.
Productoras: Constantin Film International, Capcom
Company, Davis-Films, Impact Pictures y Davis Films/Impact Pictures. Presupuesto: ±65.000.000 $.
Países: Alemania, Canadá, USA, Francia y Reino Unido. Año: 2012. Duración: 96 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Milla Jovovich
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Alice
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Sienna Guillory
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Jill Valentine
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Michelle Rodriguez
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Rain Ocampo
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Aryana Engineer
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Becky
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Bingbing Li
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Ada Wong
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Boris Kodjoe
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Luther West
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Johann Urb
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Leon S. Kennedy
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Robin Kasyanov
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Sergei Vladimir
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Kevin Durand
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Barry Burton
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Oded Fehr
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Todd/Carlos Olivera
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Colin Salmon
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James ‘One’ Shade
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Shawn Roberts
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Albert Wesker
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Capturada por un escuadrón de fuerzas de
Umbrella comandado por una manipulada Jill Valentine, Alice despierta dentro de
un gran centro de operaciones bajo el Ártico. Ayudada por Wesker, despedido
como líder de Umbrella por la Reina Roja, ésta intenta eliminar a Alice y a un
equipo que el propio Wesker ha enviado para ayudarla escapar de las
instalaciones.
Crítica: Quinta entrega de la saga matazombies, por
tercera vez a cargo de su alma máter Paul W.S. Anderson, cuya asociación a ella
ya es como beicon y huevos o política y corrupción, en la que una encuerada Milla Jovovich que
parece querer imitar a la Kate Beckinsale de Underworld regresa en lo mejor que
sabe hacer para deleite del personal, en una historia manida por exceso de repetición,
que además vuelve sobre sus pasos de una forma traída por los pelos (el regreso
de Michelle Rodriguez, que curiosamente fue muerta...en la primera parte; la
reaparición de Luther West, al que se dio por muerto en la cuarta parte:
demostración palpable de que si no se muestra directamente, cualquiera puede
resucitar; Wesker, explicando a Alice como Umbrella vende sus productos al
mundo: el ultracapitalismo llevado a la práctica). Intentando meter algo nuevo
que agilice la trama y la renueva, personajes como Becky y Ada Wong son
insertadas casi con calzador, a fin de crear subtramas que den un poco de
juego, dejando fotografía y banda sonora en los mínimos de otras películas
anteriores (Alice, sacando su instinto maternal al conocer a una hija que en
realidad suya no es del todo; la cámara, mostrando el complejo en el que todos
se encuentran: marca de la casa desde la primera parte, que sirve bien a su
misión de ‘ratonera sin salida’; Bingbing Li, heredando de la Sienna Guillory
de la segunda parte lo de Li “dura pero supersexy”: un placer para el público
masculino de la película). Funcional, con aires de ultracomercial y sin olvidar
a un Shawn Roberts sabiendo en donde está y lo que tiene que hacer, Resident
Evil: Venganza en su suma y sigue que va punto por punto siguiendo lo conocido
(Alice, descubriendo como Umbrella repuebla las simulaciones; el final, por
quinta vez abierto a más carnaza), dejando una curiosa duda en el aire: ¿es que
la gente de Resident Evil nunca necesita comer o dormir?.
La Puntilla: ¿Por qué siempre nos creemos lo de
supercomplejos en la Guerra Fría, aún cuando no había medios técnicos para que
fuesen creados?.
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