Vista En: Antena 3, sábado 22 de octubre de 2005.
Título Original: The Quick and the Dead.
Director: Sam Raimi.
Guión: Simon Moore. Género: Western.
Música: Alan Silvestri. Fotografía: Dante Spinotti.
Decorados: Hilton Rosemarin y Brian Stewart, este último
no acreditado. Vestuario: Judianna Makovsky.
Productoras: IndieProd Company Productions, Japan
Satellite Broadcasting y TriStar Pictures. Presupuesto: ±32.000.000 $.
País: USA. Año: 1995. Duración: 107 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Sharon Stone
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Ellen ‘La Dama’
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Gene Hackman
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John Herodes
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Russell Crowe
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Cort
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Leonardo DiCaprio
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Fee ‘El Chico’ Herodes
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Tobin Bell
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Dog Kelly
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Roberts Blossom
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Doc Wallace
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Kevin Conway
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Eugene Dred
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Keith David
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Sargento Clay Cantrell
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Lance Henriksen
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Ace Hanlon
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Pat Hingle
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Horace el camarero
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Gary Sinise
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Marshall
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Olivia Burnette
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Katie
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1881, La Dama es una pistolera que llega
hasta el pueblo de Redemption, dirigida con puño de hierro por el antiguo
forajido y despiadado John Herodes. Allí logra inscribirse en un concurso de
duelos a pistola, a la vez que Herodes tiene que lidiar con El Chico, que
afirma que es su padre y con Cort, un ex pistolero, ahora cura, al que instiga
para que dispare.
Crítica: Adrenalítica película por parte del autor de
Posesión Infernal [1982] y sus secuelas de adentrarse en el cine del oeste con
una propuesta en la que repesca a Gene Hackman tras la obra maestra de Sin
Perdón [Clint Eastwood, 1992] para retomar un papel que casi parece ser un
gemelo de aquel, y donde Sharon Stone busca librarse de la Catherine Tramell de
Instinto Básico [Paul Verhoeven, 1992] para demostrar su capacidad a la hora de
meterse en temas algo más dramáticos, pero sin renunciar a su sex-appeal por
ello (los duelos a pistola, en los que el estilo visual de Raimi demuestra no
perder ni un ápice de su vertiginosidad; el personaje de John Herodes, o Gene
Hackman metido en esos papeles en los que parece divertirse día sí día también:
su charla con el bravucón del Sargento Cantrell o su puya hacia los del pueblo
después de un duelo dan muestra de su leyenda; Leonardo DiCaprio, un capricho
personal de la propia Stone con el que el actor de ¿A Quién Ama Gilbert Grape?
[Lasse Hallström, 1993] se va abriendo camino en Hollywood). Metiendo una
historia mínima y repetida hasta la extenuación, Sam Raimi tira de topicazos
para dar un recetario de duelos a pistola con el ritmo trepidante como
presentación, y con una ambientación más que estupenda y creíble (Herodes,
forzando a Cort a pelear con un nativo americano el cual proclama que no hay
bala que pueda matarle; el flashback de La Dama, en el que aparece un breve
Gary Sinise y que explica a la perfección la relación entre La Dama y Herodes:
tan tópico como a la vez espeluznante; éste, dando una orden en secreto a sus
matones en caso de que Cort gane uno de los duelos: sin palabras). Dotada de un
nivel de entretenimiento más que aceptable y sin defectos reseñables más allá
de un libreto donde premia la acción por encima de todo, Rápida y Mortal es un
film sin mayores complicaciones a la hora de ser un trabajo bien hecho.
La Puntilla: ¿Una competición de duelos a pistola?. Y
aparte de sobrevivir, ¿alguien puede decirme qué diablos se lleva el ganador?.
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