Rey Arturo [2004]

 Publicado El: Viernes, 17-Jul-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000054.
 Vista En: Cinebox (Corvera), jueves 26 de agosto de 2004.

 Título Original: King Arthur.

 Director: Antoine Fuqua.

 Guión: David Franzoni. Género: Acción.

 Música: Hans Zimmer. Fotografía: Slawomir Idziak.

 Decorados: Olivia Bloch-Lainé. Vestuario: Penny Ross y Louis Joon.
 Productoras: Jerry Bruckheimer Films, Touchstone Pictures, Green Hills Productions y World 2000 Entertainment. Presupuesto: ±120.000.000 $.

 Países: USA, Reino Unido e Irlanda. Año: 2004. Duración: 126 minutos.Color.

Reparto:	Personajes:
Clive Owen	Artorius
Ioan Gruffudd	Lancelot
Mads Mikkelsen	Tristan
Joel Edgerton	Gawain
Hugh Dancy	Galahad
Ray Winstone	Bors
Ray Stevenson	Dagonet
Keira Knightley	Ginebra
Stephen Dillane	Merlin
Stellan Skarsgård	Cerdic
Til Schweiger	Cynric
Charlie Creed-Miles	Ganis

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Artorius, un centurión romano, recibe la última orden de Roma, que les liberaría a él y a sus compañeros tras 15 años de servicio: adentrarse tras el Muro de Adriano, en las Tierras Altas de Escocia, para llevar a Britania a una importante familia romana. Pero en el viaje se cruzan con dos peligros inesperados: los salvajes Pictos, y un ejército de guerreros germanos.

 Crítica: Revisionista y desmitificadora visión sobre el Rey Arturo y Camelot que, apostando en firme por la espectacularidad en sus momentos de acción, desconcierta por los numerosos cambios y giros respecto a la leyenda artúrica tradicional (Ginebra, convertida en guerrera celta; Merlín, de mago a druida, además de líder de los pictos). Apartándose de todo lo conocido, la música de Hans Zimmer adorna una producción en la que la ambientación se destaca en sus escenas en apariencia más simple, además de tener una fotografía menos luminosa y más cercana a lo que era la Edad Media (Artorius, hablando con un ayudante del obispo sobre el lugar donde sentarse a una mesa, resuelta muy divertidamente; los bosques y parajes ingleses, filmados en tonos apagados y otoñales). Tomando la figura de un centurión que quizá inspiró la leyenda del Rey Arturo, Fuqua actualiza a éste y lo intenta llevar al público del siglo XXI, acertando en algunos elementos como su elenco, todos ellos espléndidos y sin sobresalir mucho unos por encima de otros (Artorius, hablando con Cerdic: un instante de lo más logrado; la sensación de pasárselo en grande de Dagonet y Lancelot), pero que lucha a brazo partido contra un fardo demasiado grande (la propia leyenda, insertada a fuego en la memoria colectiva incluso después de más de cinco siglos desde la aparición del libro de Thomas Mallory). Una película que, buscando el mayor realismo posible en su narración, convierte el guión de Franzoni en un festival de espadazos y conflictos, algunos físicos y otros más internos que, filmados de forma eficaz, hacen del film un curioso y ocurrente pasatiempo, una mirada refrescante a un personaje que sigue vivo en el tiempo de manera indeleble. Con aires de superproducción, Rey Arturo es un relato de aventuras firme y áspero, excelente en su diseño, atípico en su premisa, pero que entretiene a base de bien. De lo más correcta. 

 La Puntilla: “¿Me van a liberar de servir a Roma pero me envían a una misión suicida junto con mis hombres?. ¡¡VIVA EL IMPERIO ROMANO!!.”

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