Vista En: Cines Marta & María (Avilés), sábado 26
de julio de 2003.
Título Original: Cradle 2 the Grave.
Director: Andrzej Bartkowiak
Guión: John O’Brien y Channing Gibson, basado en una
historia original de John O’Brien. Género: Acción.
Música: Damon ‘Grease’ Blackman y John Frizzell. Fotografía: Daryn Okada.
Decorados: Gary Fettis. Vestuario: Ha Nguyen.
Productoras: Warner Bros. y Silver Pictures. Presupuesto: ±30.000.000 $.
País: USA. Año: 2003. Duración: 101 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Jet Li
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Su
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Earl Simmons ‘DMX’
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Anthony Fait
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Mark Dacascos
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Ling
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Kelly Hu
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Sona
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Anthony Anderson
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Tommy
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Tom Arnold
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Archie
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Gabrielle Union
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Daria
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Michael Jace
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Odion
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Drag-On
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Miles
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Paige Hurd
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Vanessa
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Paolo Seganti
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Christophe
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Richard Trapo
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Douglas
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Una banda de ladrones liderada por Anthony
Fait roba una bolsa con unos diamantes negros de gran valor. Pero tales joyas
se convierten en el objetivo de un enigmático hombre llamado Su, y de otro
llamado Ling, un ex agente de la policía de Taiwán reconvertido a criminal que
removerá cielo y tierra para tener los diamantes negros y venderlos al mejor
postor.
Crítica: Bartkowiak, en su tercera película tras Romeo
Debe Morir [2000] y Herida Abierta [2001], vuelve a colaborar con Jet Li tal
como ya hiciera en su debut para montarse una trepidante trama de intriga con
abundantes escenas de acción para mayor gloria de sus tres actores principales,
que prescinden de dramatismos y cosas parecidas para pasarse el rato
repartiendo estopa al más alto nivel (Dacascos, demostrando que aquella joven
promesa que tanto prometía en Crying Freeman: Los Paraísos Perdidos [Christophe
Gans, 1995] se ha convertido en estrella estrellada: se le nota demasiado lo
mucho que disfruta con su papel de villano; Su, un hombre de pocas palabras
pero que sí sabe expresarse a su manera: lo de su escenita bajando por la
fachada de un edificio o su pelea con Fait en el metro son dos escenas hechas
para el puro lucimiento del actor; Anthony Anderson y Tom Arnold, dos pesos
pesados en materia de comedia que se llevan los mejores chistes: su escena
durante los créditos finales no tiene parangón). Cumpliendo a rajatabla todos
los clichés asociados al género y combinado con una banda sonora y unas
canciones que van acordes con la situación, Nacer para Morir es otro de tantos
ejemplos del cine de acción en versión siglo XXI, haciendo de lo ajustado de su
duración un recital de tortazos y patadas para divertirse a lo grande, amén de
un par de bellezas para deleite del público masculino (Gabrielle Union y Kelly
Hu, dos actrices que saben perfectamente en qué película están y qué deben
hacer: demostrar que las chicas también
pueden pegar duro sin perder su feminidad por ello; la revelación de lo que son
en realidad los diamantes negros y para qué sirven: casi de ciencia ficción; el
climax final, esperado y que cumple con todas sus expectativas en cuanto a
mamporros). Una propuesta hecha por y para gloria de la violencia extrema,
mínimamente entretenida.
La Puntilla: Si todas las chicas malotas son como Kelly
Hu...que me peguen ahora mismo que yo me dejo. ¡El año entero si hace falta!.
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