Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), miércoles 10 de
mayo de 2017.
Título Original: Sleepless.
Director: Baran bo Odar.
Guión: Andrea Berloff, basado en el libreto original
de 2011 de Frédéric Jardin, Nicolas Saada y Olivier Douyere. Género: Acción.
Música: Michael Kamm. Fotografía: Mihai Malaimare Jr.
Decorados: Jean Landry y Lance Totten. Vestuario: Catherine George.
Productoras: FilmNation Entertainment, Vertigo
Entertainment, Open Road Films y Riverstone Pictures. Presupuesto: ±30.000.000 $.
País: USA. Año: 2017. Duración: 95 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Jamie Foxx
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Vincent Downs
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Michelle Monaghan
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Jennifer Bryant
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Scoot McNairy
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Rob Novak
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Dermot Mulroney
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Stanley Rubino
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Tip ‘T.I.’ Harris
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Sean Cass
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David Harbour
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Doug Dennison
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Gabrielle Union
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Dena Smith
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Octavius J. Johnson
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Thomas
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Tim Connolly
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McFerrin
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Drew Sheer
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Anderson
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Sala Baker
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Benik
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Tim Rugby
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Larry
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Vincent Downs es un policía que junto a su
compañero atracan a un cargamento de droga, sin saber que robaron a la más
peligrosa familia de la ciudad. Cuando su hijo es secuestrado delante de él,
Downs deberá ir con la droga para devolverla y recuperarlo, pero una agente de
Asuntos Internos sospecha de él y consigue hacerse con la droga que él mismo
robó.
Crítica: Bien hilado remake de su homónima francesa
que dirigiese Frédéric Jardin en 2011, que recupera a un Jaime Foxx en toda su
potencia actoral, en una intriga que empieza como una nimia trapisonda y se va
enrevesando por momentos, usando un hotel de Las Vegas como interminable
laberinto y casi el único escenario de la película, con un par de secundarios
devorando cada segundo de metraje a base de talento (Dermot Mulroney y Scoot
McNairy, el primero el típico villano refinado y elegante y el segundo un
mafioso violento y borderline dispuesto a lo que sea con tal de recuperar lo
que ha perdido; la agente Bryant, determinada a demostrar que Downs es un
corrupto sin mirar las consecuencias de sus acciones: el momento en el que
entra al lavabo de caballeros es punto seminal para que la trama se líe aún más;
el secuestro del hijo de Downs, sin miramientos ni contemplaciones y a plena
luz del día). Simplón y absurdo en su título español, que en verdad nada tiene
que ver con vendettas y que está en las antípodas del más interesante
“Insomne”, Noche de Venganza es un ejercicio de guión bien trabajado, una
partida de ajedrez cuyos peones y reyes se mueven por un tablero muy concreto
siempre con la espada de Damocles sobre su cabeza, genial en la ambientación y
mejor en la fotografía (Rubino, amenazado por Novak de una manera genitalmente
muy dolorosa; Downs, explicándole a su hijo lo que está pasando en realidad:
una información que pone patas arriba el argumento y le da una dimensión muy
diferente; David Harbour, otro de esos secundarios de lujo que se lo pasa de
miedo en su predecible papel: ¿es que no saben disimularlo?). Metiendo casi a
la fuerza ingredientes a cada cual más complicado (las llamadas de Downs a su
mujer), el autor de Silencio de Hielo [2010] y Who Am I: Ningún Sistema es
Seguro [2014] hace un film portentoso. Y lo del garaje...de diez.
La Puntilla: “Mi hijo raptado. La droga que robé, robada.
Y todos me buscan para pegarme un tiro. ¿Hay alguna manera de empeorarlo aún más?”.
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