Vista En: Cuatro, sábado 22 de diciembre de 2007.
Título Original: The Thirteenth Floor.
Director: Josef Rusnak.
Guión: Josef Rusnak y Ravel Centeno-Rodriguez,
basado en la novela Simulacron 3, de Daniel Galouye, publicado en 1964. Género: Ciencia Ficción.
Música: Harald Kloser. Fotografía: Wedigo von Schultzendorff.
Decorados: Victor J. Zolfo. Vestuario: Joseph Porro.
Productoras: Columbia Pictures y Centropolis Film
Productions.
Presupuesto: ±16.000.000 $.
Países: Alemania y USA. Año: 1999. Duración: 100 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Craig Bierko
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Douglas Hall/John Ferguson/David
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Armin Mueller-Stahl
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Hannon Fuller/Grierson
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Gretchen Mol
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Jane Fuller/Natasha Molinaro
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Vincent D’Onofrio
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Jason Whitney/Jerry Ashton
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Dennis Haysbert
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Detective Larry McBain
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Steven Schub
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Detective Zev Bernstein
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Jeremy Roberts
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Tom Jones
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Rif Hutton
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Joe
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Leon Rippy
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Abogado de Jane
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Janet MacLachlan
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Ellen
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Burt Bulos
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Bellhop
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Venessia Valentino
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Concierge
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Hannon Fuller es un científico que le dice su
compañero Douglas Hall haber realizado un asombroso descubrimiento, al parecer
relacionado con un programa que estaban desarrollando de realidad virtual
recreando los años 30. Al ser Fuller asesinado, Hall se ve en mitad de las
sospechas sobre su asesinato, teniendo él mismo que indagar en quién pudo
matarlo.
Crítica: Bizarra aunque muy interesante propuesta de
manos del director de Días Tranquilos y Más Allá de lo Prohibido [ambas de
1997], contando con un reparto ecléctico y casi desconocido salvo por la
presencia del inclasificable y excepcional Vincent D’Onofrio, al lado de un
sobrio Craig Bierko y un siempre agradable de ver Armin Mueller-Stahl, en un
puzzle cuyas trama profundizan a niveles que a veces puede ser algo difíciles
de seguir, pero que luce de una manera más que adecuada en lo tocante a sus
escenarios y a un sentido de lo estético muy bien llevado (los diferentes
“viajes” en el tiempo de la realidad virtual al mundo real, que dan algún que
otro quebradero de cabeza; los años 30, recreados de una manera sin mácula,
tanto en el vestuario como en los decorados; Dennis Haysbert, también meritorio
como un detective que debe resolver el asesinato de Fuller). Rompecabezas con
múltiples lecturas como a su vez un curioso alegato sobre la noción de la
realidad, Nivel 13 es una obra que luce vistosa en algunos aspectos y cuyo
guión va perdiendo fuerza según éste avanza, optando por un final algo
farragoso y complaciente que echa por tierra el resto del metraje, pero que aún
así deja secuencias y diálogos dignas de ser recordadas (Hall, de pie, ante
“algo” que no esperaba encontrarse: un plano maravilloso y que ofrece mucho a
la imaginación; la charla entre Jane y Hall, en que ella le explica la verdad y
sus sentimientos hacia él: otro de esos instantes con lecturas subliminales; la
cara de Ashton mirando la TV, viendo un mundo que no es el suyo). Pese a que la
calidad técnica no resulta lo más acabado y espectacular que podría haber sido,
Rusnak consigue una película honesta y provocadora que gusta de abrir debates,
inteligente y con un buen acabado que, en apenas hora y tres cuartos, sirve a
modo de entretenimiento decente y al que no le faltan méritos para ser un
trabajo estupendo.
La Puntilla: Si medimos la realidad por nuestra percepción
de ella, ¿seríamos capaces de saber si somos reales y no simulaciones
informáticas?.
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