Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 22 de marzo
de 2014.
Título Original: Non-Stop.
Director: Jaume-Collet Serra.
Guión: John W. Richardson, Chris Roach y Ryan Engle,
basado en una historia original de John W. Richardson y Chris Roach. Género: Acción.
Música: John Ottman. Fotografía: Flavio Fabiano.
Decorados: Regina Graves. Vestuario: Catherine Marie Thomas.
Productoras: StudioCanal, Anton Capital Entertainment,
Silver Pictures, TF1 Films Production, Canal+, TF1 y LOVEFiLM International.
Presupuesto: ±50.000.000 $.
Países: Reino Unido, Francia, USA y Canadá. Año: 2004. Duración: 106 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Liam Neeson
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William ‘Bill’ Marks
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Julianne Moore
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Jennifer ‘Jen’ Summers
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Scoot McNairy
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Tom Bowen
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Michelle Dockery
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Nancy Hoffman
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Nate Parker
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Zack White
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Corey Stoll
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Austin Reilly
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Lupita Nyong’o
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Gwen Lloyd
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Omar Metwally
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Dr. Fahim Nasir
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Jason Butler Harner
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Kyle Rice
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Linus Roache
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David McMillan
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Anson Mount
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Jack Hammond
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Shea Whigham
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Agente Marenick
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Bill Marks, un policía aéreo con problemas de
alcoholismo, se ve metido en una trama cuando durante un vuelo de New York City
a Londres comienza a recibir mensajes en su móvil de que morirá un pasajero
cada 20 minutos si no le dan 150 millones de dólares. Con ayuda de otra
pasajera, Jen Summers, Marks intentará descubrir la identidad del
extorsionador.
Crítica: Segunda película para Collet-Serra y Liam
Neeson tras Sin Identidad [2011], en la que el director de La Casa de Cera
[2005] y La Huérfana [2009] perpetra con mucho tino un thriller psicólogico de
altos vuelos (nunca mejor dicho) en la que el irlandés Liam Neeson está en su
salsa acompañado de una belleza pelirroja de enorme talento interpretativo como
es Julianne Moore, y un único y claustrofóbico escenario en el que se
desenvuelve el guión (la cara de Marks al recibir los primeros mensajes de la
extorsión: su confusión y su forma de mirar al resto del pasaje se sirven
perfectas para generar intrigas y dudas de su veracidad; la pelea de Marks en
un espacio muy reducido, de una expeditiva capacidad física; las llamadas entre
él y el agente Marenick, que hacen sospechar sobre su inocencia {o no} en el
chantaje). Efectiva y con uno o dos sustos inesperados, la hora y tres cuartos
de Non-Stop (Sin Escalas) se deja ver como un juego del gato y el ratón tomando
como partida uno de los escenarios prototípicos del miedo y las fobias y a un
poli caído en desgracia como el eje central de un complot con 150 vidas en
peligro (Marks, saliendo despedido por los aires sin previo aviso, preludio de
una tragedia que pone el asunto más difícil; los intentos de Summers por ayudar
a Marks a encontrar al extorsionador; éste, exigiendo a todos, sin excepción,
que pongan las manos hacia arriba para realizar un experimento). Un
largometraje de intenciones sencillas y nada presuntuosas que pulsando alguna
que otra tecla de calado más reconocible (algunos de los pasajeros, sospechando
de las intenciones de Marks así como del porqué de sus decisiones, un forzado
pero comprensible eco del 11S: lo de ver las noticias lo empeora aún todo...por
partida doble), se deja ver como un estupendo entretenimiento al que le faltan
defectos y le sobran virtudes. Y lo de Marks, hablando de su hija, es
conmovedor.
La Puntilla: 150 desconocidos entre si juntos en un avión.
Y uno amenazando a los otros 149. Ni la luz es más rápida que el pánico.
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