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Nunca Digas su Nombre [2017]

 Publicado El: Miércoles, 17-May-2017. Nº De Serie: C25/TCM/0001883.
 Vista En: Cines Odeón (Corvera), martes 9 de mayo de 2017.
 Título Original: The Bye Bye Man.
 Director: Stacy Title.
 Guión: Jonathan Pender, basado en la novela The Bridge to Body Island, de Robert Damon Schneck, publicada en 2016. Género: Terror.
 Música: The Newton Brothers. Fotografía: James Kniest.
 Decorados: Jim Warren. Vestuario: Leah Butler.
 Productoras: Intrepid Pictures y Los Angeles Media Fund.
 Presupuesto: ±7.400.000 $.
 País: USA. Año: 2017. Duración: 97. minutos. Color.

Reparto:
Personajes:
Douglas Smith
Elliot
Lucien Laviscount
John
Cressida Bonas
Sasha
Doug Jones
Bye Bye Man
Michael Trucco
Virgil
Jenna Kanell
Kim
Erica Tremblay
Alice
Marisa Echeverria
Trina
Cleo King
Sra. Watkins
Leigh Whannell
Larry Redmon
Faye Dunaway
Viuda Redmon
Carrie-Anne Moss
Detective Shaw

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Elliot, John y Sasha son tres estudiantes que compran una casa en donde viven para alejarse de la residencia del campus. Su convivencia en apariencia pacífica y feliz es trastocada cuando Elliot descubre en un cajón de una mesita una referencia a Bye Bye Man, un ser sobrenatural que mata a quien descubre su nombre, provocando paranoias y alucinaciones.

 Crítica: Endeble miniproducción rayando en la serie Z más innecesaria a la que la trama principal y sus actores son como pesadas losas que destruyen la potencia de la idea y la trasladan a la nada absoluta, deshaciéndose también de secundarios para relegarlos a meras comparsas que van y vienen sin que su importancia quede del todo definida (Carrie-Anne Moss, buscando demostrar en vano que todavía tiene que ofrecer algo al cine más allá de Matrix [Larry y Andy Wachowski, 1999], en tanto su personaje no solo sale demasiado tarde, si no que su papel de poli no le sienta bien: su careo con Elliot en comisaría es lo único lucido; las recurrentes visiones de Elliot, John y Sasha, creando un poco de mala confusión sobre la realidad y lo que es alucinación: incapaz de meter miedo pero sí de ser algo repelente; Elliot, viendo unos ojos entre la oscuridad, un eco muy muy lejano de aquella magistral Terror en Amityville [Stuart Rosenberg, 1979]). Autora de películas como La Última Cena [1995] y El Diablo Viste de Negro [1999], Stacy Little se apunta al terror aparecido tras Insisidious [James Wan, 2010] para convertirse en un refrito en pobre pasado de vueltas que no logra asustar y que deja para el recuerdo una negligencia convertida en película, camino de la comercialidad más morosa (Doug Jones, lo único realmente decente en su enésimo papel de monstruo: alguien que no habla pero que no lo necesita para cumplir como su cometido; el tema del abrigo, otro cliché que es como el payaso de Poltergeist [Tobe Hooper, 1982]: ¿por qué está siempre ahí, si nunca se ve a nadie con él puesto?; el prólogo, sentando las bases de lo que será el resto de la trama: un ejercicio fútil de parar lo que se va por la cuesta de la decrepitud a marchas forzadas). Nunca Digas su Nombre es, al igual que Ouija [Stiles White, 2014], un trabajo sin un atisbo de originalidad, ausente también de toda grandiosidad fílmica.

 La Puntilla: El espectro vale la pena. El resto no lo reflota ni la versión XXXL de un Hércules gigantesco levantando a hombros el Titanic.
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