Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 8 de
febrero de 2014.
Título Original: Nebraska.
Director: Alexander Payne.
Guión: Bob Nelson. Género: Drama.
Música: Mark Orton. Fotografía: Phedon Papamichael.
Decorados: Fontaine Beauchamp. Vestuario: Wendy Chuck.
Productoras: Bona Fide Productions, Echo Lake
Entertainment, Paramount Vantage, Paramount Pictures, FilmNation Entertainment
y Blue Lake Media Fund. Presupuesto: ±12.000.000 $.
País: USA. Año: 2013. Duración: 115 minutos. B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Bruce Dern
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Woody Grant
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Will Forte
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David Grant
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June Squibb
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Kate Grant
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Bob Odenkirk
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Ross Grant
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Stacy Keach
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Ed Pegram
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Mary Louise Wilson
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Tía Martha
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Rance Howard
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Tío Ray
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Tim Driscoll
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Bart
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Devin Ratray
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Cole
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Angela McEwan
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Peg Nagy
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Glendora Stitt
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Tía Betty
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Elizabeth Moore
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Tía Flo
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Woody Grant es un anciano que quiere viajar
desde su casa en Montana a Nebraska, en la creencia de que ha ganado un millón
de dólares al recibir un aviso de Mega Sweepstakes Marketing. Su hijo David,
con el que no se lleva del todo, decide ir con él hasta allí, encontrándose con
viejos amigos y familiares de que pronto le reclaman parte del premio de Woody.
Crítica: Fascinante retrato sobre la América profunda
que se destaca por su certero y fantástico uso del blanco y negro para casi
enmarcar la historia en la línea de títulos como Hud, el Más Salvaje entre Mil
[Martin Ritt, 1963], con un reparto de primera categoría y otro de secundarios
que no solo destacan si no que hacen virguerías con sus personajes (Stacy
Keach, dando fe de que la estrella de Fat City, Ciudad Dorada [John Houston,
1972] sigue dando clases maestras de actuación: su escenita en el bar leyendo
el aviso a sus amigos o su manera de pedirle parte del dinero a David son
alucinantes; June Squibb, robando la película por méritos propios gracias a su
socarronería y sarcasmo: su visita al cementerio o su forma de poner en su
sitio a sus familiares dan fe de ello; el mismo Bruce Dern, cuya sobreactuación
y pose medio ausente le va perfecta a un personaje que parece vivir en su
propio mundo). Reposada de narrativa y más lánguida todavía gracias a unos
paisajes bucólicos que casi parecen mares de tierra perdidos en mitad de
ninguna parte, el interesante director de títulos como A Propósito de Schmidt [2002]
y Los Descendientes [2011] entre otras cocina a fuego lento otra pieza de suma
importancia con la familia y el dinero juntos y revueltos, proporcionando
momentos antológicos (Bart y Cole, dos verdaderos paletos a los que se les ve
venir de lejos: su sola mirada hablando de dinero habla alto y claro; David, un
hombre sencillo que solo busca que su padre viva sus días lo más feliz
posibles: su cara al saber porqué su padre quiere el millón es conmovedora; la
llegada a la empresa de Mega Sweepstakes Marketing, un anticlímax de los que
hacen época). Un film emotivo, tan patético como grandioso al mismo tiempo,
cuyo final corona en alto un alegato sobre la familia y los buitres que siempre
aparecen cuando el dinero suena de por medio. Una absoluta maravilla, de
principio a fin.
La Puntilla: ¿Amigos?. ¿Familia?. ¿Cariño y cordialidad?.
Sí, claro...hasta que alguien dice “dinero”. Y entonces todo se va al cuerno.
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