Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), domingo 25 de mayo
de 2008.
Título Original: Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal
Skull.
Director: Steven Spielberg.
Guión: David Koepp, basado en una historia original
de George Lucas y Jeff Nathanson. Género: Aventuras.
Música: John Williams. Fotografía: Janusz Kaminski.
Decorados: Larry Dias. Vestuario: Mary Zophres.
Productoras: Paramount Pictures y Lucasfilm. Presupuesto: ±185.000.000 $.
País: USA. Año: 2008. Duración: 122 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Harrison Ford
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Indiana Jones
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Cate Blanchett
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Irina Spalko
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Karen Allen
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Marion Ravenwood
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Shia LaBeouf
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Mutt Williams
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Ray Winstone
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George ‘Mac’ Michale
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John Hurt
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Profesor Harold Oxley
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Jim Broadbent
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Dean Charles Stanforth
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Igor Jijikine
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Dovchenko
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Alan Dale
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General Ross
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Joel Stoffer
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Taylor
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Neil Flynn
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Smith
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V.J. Foster
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Ministro
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1957, Indiana Jones es raptado por Irina
Spalko, una oficial soviética, forzado a buscar un objeto que analizó hace diez
años. Logrando escapar y volver a sus clases, un joven llamado Mutt William
acude a él para pedirle ayuda y encontrar a un colega, Harold Oxley, que ha
desaparecido en Perú mientras iba en busca de una legendaria calavera de
cristal.
Crítica: Muy tardía continuación de las aventuras de Indiana
Jones, en que se le notan demasiado años como el cambio de época desde su
anterior Indiana Jones y la Última Cruzada [1989], recuperando a la Marion
Ravenwood que su primera parte y añadiendo a dos nuevos talentos llamados Shia
LaBeouf y en especial a Cate Blanchett, en una villana excepcional (Karen
Allen, algo mal envejecida pero siempre risueña pase lo que pase, encantadísima
de volver a la saga; Mutt, un imitador en todo de ese Marlon Brando de El
Salvaje [Laslo Benedek, 1953], todo postureo mientras se peina sin parar;
Spalko, un reflejo fiel y clavado de la mentalidad soviética). Funcionando más
por una serie de set-pieces que por un guión, éste comprime al máximo una
ingente lista de temáticas entre históricas, legendarias y sobrenaturales (es
imposible citar una sola de ellas: hay demasiadas), haciendo de ello un ir y
venir constante de un lado a otro diseñado para no dar un solo segundo de
respiro, aunque en ciertos momentos los efectos especiales no estén a la altura
de lo deseado (Mutt, imitando a Tarzán junto a unos monos demasiado digitales;
la parte de las hormigas devorahombres, que tampoco es precisamente creíble;
Indiana, encontrándose en un pueblo habitado por...maniquíes, en una desolación
tan extraña como de explosiva resolución). Saliéndose de madre en su acto
final, donde lo desmelenado alcanza cotas insospechadas, Indiana Jones y el
Reino de la Calavera de Cristal es uno de esos casos de espectáculo tardío, que
sin estar mal hecho se nota que las fuerzas le flaquean por los años de su
prota (Harrison Ford, de los 38 de su primera parte a los 65 de ésta hay un
abismo generacional; la llegada del grupo al templo de Acator, que acaba siendo
de todo menos un templo; John Hurt, tan catatónico como en La Llave del Mal
[Iain Softley, 2005]). Aún es aventurero. Pero ya no es tan Indy como antes.
La Puntilla: Señores, la cosa está clara: o los héroes son
relevados o acaban con 100 años viviendo la aventura de ver si llegan a tiempo
al lavabo.
Mi
Valoración
★★★★★
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