Infiltrados en Miami [2016]

 Publicado El: Jueves, 12-May-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000530.

 Vista En: Cines Odeón (Corvera), miércoles 11 de mayo de 2016.

 Título Original: Ride Along 2.

 Director: Tim Story.

 Guión: Phil Hay y Matt Manfredi. Género: Comedia.

 Música: Christopher Lennertz. Fotografía: Mitchell Amundsen.

 Decorados: Amy McGary y Brook Shafer. Vestuario: Olivia Miles.
 Productoras: Cube Vision, Universal Pictures y Will Packer Productions.

 Presupuesto: ±40.000.000 $.

 País: USA. Año: 2016. Duración: 102 minutos. Color.

Reparto:	Personajes:
Ice Cube	James Payton
Kevin Hart	Ben Barber
Tika Sumpter	Ángela Payton
Benjamin Bratt	Antonio Pope
Olivia Munn	Maya
Ken Jeong	AJ
Bruce McGill	Tnte. Brooks
Michael Rose	El Sicario/Gates
Sherri Shepherd	Cori
Arturo del Puerto	Alonso
Eric Goins	Caraculo
Carlos Gómez	Capitán Hernandez

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: A punto de casarse con Ángela, Ben convence a James para que irse con él a Miami a trabajar en un caso relacionado con un gran traficante de Atlanta. Una vez allí deben buscar a un hacker que tiene en su poder una información sobre los negocios de un empresario de la ciudad, pero su llegada causará una serie de líos que pondrán en peligro sus placas.

 Crítica: Secuela de ¡Vaya Patrulla! [2014], dirigida nuevamente por Tim Story y que ejecuta un más que acertado cambio de aires con respecto a su primera parte, trasladando la acción de Atlanta a una exótica y festiva Miami, en que las nuevas incorporaciones no alteran las normas ya establecidas (Kevin Hart, desatando su incontinencia verbal hasta en la sopa; Olivia Munn y Ken Jeong: la primera, un deleite a los sentidos y el segundo, algo más comedido (pero no mucho) que su Leslie Chow de Resacón en Las Vegas [Todd Phillips, 2009] y sus secuelas). Con unos títulos de inicio tan estupendos como algunos de sus momentos más enrevesados, la película convierte a la ciudad en un personaje más a la palestra, aprovechando todo su potencial gracias a una fotografía de lo más colorista, amén de sacarse de la manga un villano que aporte algo a la trama para evitar que su interés se vaya por la alcantarilla (Benjamin Bratt, muy alejado de aquellos tiempos en Demolition Man [Marco Brambilla, 1993], heredando de Laurence Fishburne la misma cara de estar pasándolo de miedo en su papel: el baile que se marca con una exuberante Maya es de despertar muchas envidias; Ben, teniéndoselas contra una mascota de Pope de lo más fiera, o su persecución a un histérico AJ: una imitación/homenaje, bastante más chiflada y menos seria, de la vista en Le Llaman Bodhi [Kathryn Bigelow, 1991]). Aunque por momentos peca de desmadrada tanto como de cansina (la pose inamovible de Ice Cube, tan emotiva como un cubito de hielo; la propia trama, haciendo de tan solo 48 horas un caos total; James y AJ, en el coche, de vigilancia: estrangularlos era poco), Tim Story hace de Infiltrados en Miami una secuela digna y mejor rematada que, pese a sus defectos, no escatima en medios para hacer reír y dejar un buen sabor de boca. Una cinta para toda la familia, con sus dosis de acción y tiros que garanticen la diversión. 

 La Puntilla: “Oye tío, ya sé que vamos a ser familia y todo eso, pero...¿me ayudarías en una cosilla?. No te preocupes. ¡Verás como no pasa nada!”.

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