Vista En: TVE-1, miércoles 5 de abril de 2006.
Título Original: Under Siege 2.
Director: Geoff Murphy.
Guión: Richard Harem y Matt Reeves. Género: Acción.
Música: Basil Poledouris. Fotografía: Robbie Greenberg.
Decorados: Kathe Klopp. Vestuario: Richard Bruno.
Productoras: Warner Bros., Regency Enterprises,
Seagal/Nasso Productions, Cutting Edge Films y Victor Company of Japan. Presupuesto: ±60.000.000 $.
País: USA. Año: 1995. Duración: 100 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Steven Seagal
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Casey Ryback
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Eric Bogosian
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Travis Dane
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Everett McGill
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Marcus Penn
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Katherine Heigl
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Sarah Ryback
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Morris Chestnut
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Bobby Zachs
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Peter Greene
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Mercenario 1
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Patrick Kilpatrick
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Mercenario 2
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Scott Sowers
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Mercenario 3
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Afifi Alaouie
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Mercenaria
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Andy Romano
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Almirante Bates
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Brenda Bakke
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Capitán Linda Gilder
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Dale Dye
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Capitán Garza
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Fuera del servicio activo del ejército de
Estados Unidos, Casey Ryback abre un negocio de hostelería en Denver. La muerte
de su hermano en un accidente de avión le lleva a buscar a su sobrina Sarah
para llevarla hasta Los Ángeles para el funeral, pero el tren en el que viajan
es secuestrado por un grupo mercenario liderado por un antiguo empleado del
gobierno.
Crítica: Deficiente secuela de Alerta Máxima [Andrew
Davis, 1992] de manos del mismo autor de la muy interesante Único Superviviente
[1985] y Hidden: Lo Oculto [1987], creada expresamente para aprovechar el tirón
comercial de un Seagal en plena forma como héroe de acción acompañado para la
ocasión por un reparto de secundarios y villano a la altura, pero faltándole el
matiz de redondez que le permite ser todo lo perfecta que podría haber sido
(Eric Bogosian, otro de esos villanos tecnificados y expertos en ordenadores:
puro cliché de malvado sobreactuado y unidimensional, al que le falta una
enorme profundidad dramática; Everett McGill, un segundo al mando que por
fuerza debería haber ocupado el papel de Bogosian: ¿cómo el Stilgar de Dune
[David Lynch, 1984] puede meterse a un papel tan ramplón?; Katherine Heigl, o
un nuevo elemento que en el fondo solo cumple el eterno papel de “damisela en
apuros”: no obstante, la chica se esfuerza). Más que eficiente en la partitura
de Basil Poledouris y normalilla en la fotografía de Greenberg, Alerta Máxima 2
se alza como una película entretenida pero carente de la novedad que por
razones obvias tenía su predecesora, en la que todo termina estando medido y
confeccionado con la precisión de un reloj suizo (el Grand Continental, o la
enésima capacidad de un tren para convertirse en un casi único escenario de
acción de parte a parte del mismo; el alto mando, probando la capacidad y la
resolución de un satélite orbital: una especie de momento eroticofestivo que
acaba siendo involuntariamente ridículo; Dale Dye y Andy Romano, teniendo
ocasión de recuperar sus personajes: un muy digno soporte de apoyo al que le
sobra calidad y carisma). Rutinaria en extremo pero con dosis de puñetazos y
patadas suficientes para parar un tren, Murphy se rinde en todo momento a la
comercialidad más despiadada y al héroe de turno. Un enorme “ya visto”.
La Puntilla: Si primero era un barco y luego un tren, ¿qué
vendrá después?: ¿la inauguración del primer vuelo turístico a la luna?.
Mi
Valoración
★★★★★
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