Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 13 de mayo
de 2017.
Título Original: Alien: Covenant.
Director: Ridley Scott.
Guión: John Logan y Dante Harper, basado en una
historia original de Jack Paglen y Michael Green. Género: Ciencia Ficción.
Música: Jed Kurzel. Fotografía: Dariusz Wolski.
Decorados: Victor J. Zolfo. Vestuario: Janty Yates.
Productoras: Twentieth Century Fox Film Corporation, TSG
Entertainment, Brandywine Productions y Scott Free Productions.
Presupuesto: ±111.000.000 $.
País: USA. Año: 2017. Duración: 122 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Michael Fassbender
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David/Walter
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Katherine Waterston
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Daniels
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Billy Crudup
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Oram
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Danny McBride
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Tennessee
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Demián Bichir
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Lope
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Carmen Ejogo
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Karine
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Jussie Smollett
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Ricks
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Callie Hernandez
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Upworth
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Amy Seimetz
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Faris
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Nathaniel Dean
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Hallett
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Alexander England
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Ankor
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Benjamin Rugby
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Ledward
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En el año 2104 la nave colonizadora Covenant
viaja a un planeta llamado Origae-6 cuando intercepta una transmisión de un
planeta cercano. Descubriendo que es se trata de un mundo con mejores
condiciones para ser habitable, la nave decide cambiar la ruta e instalarse
allí, pero pronto se ven ante el horror de unas criaturas que matan
indiscriminadamente.
Crítica: Cuatro años y medio después de la endeble e
imposible Prometheus [2012], Ridley Scott reinsiste en la franquicia a la que
él mismo dio vida allá por 1979, pero superando en estupideces narrativas y
fílmicas lo de 2012, en un espectáculo que aparte de rutinario acomete una
serie de mazazos que se van por la pendiente del sinsentido de principio a fin,
demostrando una más que aberrante ausencia de sentido común (los colonos,
saliendo a explorar el planeta sin máscaras protectoras ni trajes de
contención: ¿es que no saben lo que son los patógenos ni los virus?; todo lo
relativo entorno a los Ingenieros y las preguntas que en la anterior película
tanta importancia tuvieron, borradas al estilo “J.J. Abrams”: cero
explicaciones; David, enseñando su colección de criaturas a un asombrado Oram:
a grandes rasgos, una incoherencia aún más enorme e imposible de creer que Leia hablando de su madre en el episodio VI de Star Wars, sobretodo al saber como acaba el episodio III: no hay por donde cogerlo ni deseándolo). Una astracanada de
nulo contenido, quintaesencia de borrachera cinematográfica de primer orden que
evidencia lo increíble de los guionistas del Hollywood del siglo XXI en cuanto
a destrozar clásicos del cine de formas inimaginables (Tennessee, o el piloto
menos apto para el servicio jamás visto por sus malas decisiones; el cambio en
el aspecto físico de David, hecho no por azar para ser igual que Walter:
predecible se queda muy corto; Oram, contando a David una anécdota de su
infancia: epic moment de pura esquizofrenia). Con un final que se ve venir a
cien años luz de distancia y una serie de giros de guión imposibles (la cámara,
en plano subjetivo, revelando la gran incógnita de toda la saga sobre los
aliens; las lecciones de música), el hecho es que Alien: Covenant se alza como
un show plagado de tropelías, que la hacen una oportunidad miserablemente
desperdiciada y cochambrosa.
La Puntilla: Cuando se es joven se toca la genialidad. Al
envejecer se pierde y jamás se recupera. Y Ridley Scott es buen ejemplo de lo
dicho.
Mi
Valoración
★★★★★
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