Vista En: Youtube, jueves 9 de marzo de 2017.
Título Original: Anima.
Directores: Thomas Fayolle, Karim Fradin, Alexandre
Gredzinski, Nicolas Guyon, Jean-Baptiste Noyau y Alexandra Tronel.
Guión: Thomas Fayolle, Karim Fradin, Alexandre Gredzinski,
Nicolas Guyon, Jean-Baptiste Noyau y Alexandra Tronel. Género: Animación.
Música: François Jamelin. Dirección Artística: [Desconocido].
Productora: Ecole Supérieure des Métiers Artistiques.
Presupuesto: [Desconocido].
País: Francia. Año: 2014. Duración: 5 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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[Inexistente]
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un guerrero nativo americano llega a una
tierra desconocida en canoa. Familiarizándose con el entorno, al poco tiempo
detecta la presencia de un venado en las proximidades, poniéndose de inmediato
a perseguirlo a fin de cazarlo con su arco. Pero cuando el ciervo escapa de él,
el guerrero lo sigue hasta un claro del bosque, donde todo cambiará para ambos.
Crítica: Mezcla de relato fantástico con aventuras y
un leve toque espiritual creado ni más ni menos que a doce manos conjuntamente,
cuyo resultado es el de un trabajo al que se le nota el esfuerzo por darle la
mejor ambientación posible y una banda sonora a juego con el tono del relato a
contar, en donde las apariencias, como es de recibo, acaban siendo algo
engañosas (el inicio, que muestra a la canoa varada en la orilla y al guerrero
cercano a ella tierra adentro, dando a entender su recién llegada; el diseño
del guerrero, tal vez no perfecto pero sí convincente y veraz a la hora de
templar el rictus de los nativos americanos, hermético y enigmático como si
supiesen algo que nadie más sabe; el guerrero, cerrando los ojos para
concentrarse en su disparo, un instante donde un sencillo y fugaz cambio de
color indica que hay mucho más de lo que parece). Escueto de necesidad y
simplista en su guión, sus últimos minutos son los que le dan la excelencia que
merece, haciendo de Ánima {un vocablo latín que significa “alma”} un
cortometraje donde lo etéreo y hasta extraño de su título se guarda el porqué
de él hasta el fotograma final, todo ello sin una sola palabra y sí con mucho
simbolismo de por medio (el cazador, extrañamente sudoroso tras caerse por un
terraplén, con una gota de sudor capaz de dar un curioso salto de escenario; el
diseño del ciervo en si, no solo majestuoso e imponente, si no también con una
relajante serenidad, como si nada tuviese que temer; la cara del cazador
tensando el arco, a punto para disparar, vacilando como si supiese o entendiese
las consecuencias de ello). Un trabajo sobrio y sólido, que saber en qué
terreno se mueve y como sacarle partido a ello para exponer una idea y hacerlo
sin mayores dificultades. Una micro-película de apenas cinco minutos a la que
nada le sobra ni le falta, con sus resultados superando y con nota al esfuerzo
de su trabajo en equipo.
La Puntilla: Cuando cazas, le cedes una parte de tu interior
a la presa. Pero la presa también te cede una parte de su interior.
Mi
Valoración
★★★★★
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