Vista En: Cines Marta & María (Avilés), sábado 7 de
enero de 2006.
Título Original: Æon Flux.
Directora: Karyn Kusama.
Guión: Phil Hay y Matt Manfredi, basado en la serie
de televisión homónima creada por Peter Chung y estrenada en 1995. Género: Ciencia Ficción.
Música: Graeme Revell. Fotografía: Stuart Dryburgh.
Decorados: Bernhard Henrich. Vestuario: Beatrix Aruna Pasztor.
Productoras: Paramount Pictures, Lakeshore Entertainment,
Valhalla Motion Pictures, MTV Films, MTV Productions y Colossal Pictures.
Presupuesto: ±62.000.000 $.
País: USA. Año: 2005. Duración: 93 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Charlize Theron
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Aeon Flux
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Marton Csokas
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Trevor Goodchild
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Jonny Lee Miller
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Oren Goodchild
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Sophie Okonedo
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Sithandra
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Frances McDormand
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Handler
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Pete Postlethwaite
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Guardián
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Amelia Warner
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Una Flux
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Caroline Chikezie
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Freya
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Nikolai Kinski
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Claudius
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Paterson Joseph
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Giroux
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Yangzom Brauen
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Inari
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Rainer
Will
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Comandante
Puhl
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En el año 2415, lo que queda de la humanidad
vive confinada en una ciudad llamada Bregna, después de que siglos atrás una
pandemia casi la exterminase. Aeon Flux, una guerrera de un grupo rebelde, los
Monicanos, es asignada para matar a Trevor Goodchild, el líder de Bregna. Pero
en su misión descubre que ella y Goodchild son víctimas de una conspiración.
Crítica: Aparatosa y por momentos altamente confusa
adaptación de la épica serie animada Æon Flux, tomando como eje central a una
atlética y teñida de morena por exigencias del guión Charlize Theron embarcada
en una trama en la que caben los delirios más absurdos y los instantes más
interesantes, pero que flaquea en lo fundamental en sus evidentes ambiciones,
faltándole toda la carga dramática para ser convincente (Handler, o una Frances
McDormand luciendo una peluca y un vestuario dignos de la más extravagante
Ágata Ruiz de la Prada: lo del método de contactar con ella es rizar el rizo de
la ciencia ficción más inverosímil; Oren Goodchild, o un Jonny Lee Miller
estereotipado hasta la saciedad, cuyo papel acaba siendo muy plano y
predecible; el tema de las desapariciones y el posterior descubrimiento de porqué
ocurre, un giro del guión que se tuerce demasiado y acaba por rechinar también
demasiado). Metiendo una buena dosis de efectos especiales pero sin
compensarlos en la parte actoral por su reparto, la partitura de un siempre
interesante Graeme Revell y cierto diseño de producción salva la función solo
en parte, la autora de Girlfight [2000] hace de su segunda película un reguero
de fotogramas tan raros que algunos se vuelven incómodos, en tanto otros sí
poseen un acabado mejor (Sithandra, una guerrero que en vez de pies tiene otro
par de manos: de lo más repelente, especialmente cuando cae en una trampa; la
llegada al dirigible, con un Pete Postlethwaite al que cuesta creer en sus
estilismos; el instante en el que Aeon se reencuentra al fin con su hermana, solo
para darse cuenta de que no volverá a ser la misma: descorazonador, sin más).
Un film que a veces se mete en detalles surrealistas (Aeon, en una celda sin
puertas ni ventanas: su modo de entrar es tan enigmático como explosivo en su
truco para salir), y cuyo remate final es deficiente, igual que todo lo demás.
La
Puntilla: A grandes rasgos,
esto es la sacarina para un adicto al azúcar: le falta toda la sustancia y el
sabor para poder ser disfrutada.
Mi
Valoración
★★★★★
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