Vista En: TVE-1, domingo 25 de marzo de 2001.
Título Original: Guess Who’s Coming to Dinner.
Director: Stanley Kramer.
Guión: William Rose. Género: Comedia.
Música: Frank De Vol. Fotografía: Sam Leavitt.
Decorados: Frank Tuttle. Vestuario: Joe King.
Productora: Columbia Pictures Corporation. Presupuesto: ±4.000.000 $.
País: USA. Año: 1967. Duración: 108 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Spencer Tracy
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Matt Drayton
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Sidney Poitier
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John Prentice
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Katharine Hepburn
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Christina Drayton
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Katharine Houghton
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Joey Drayton
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Cecil Kellaway
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Monseñor Michael ‘Mike’ Ryan
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Beah Richards
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Sra. Prentice
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Roy E. Glenn Sr.
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Sr. Prentice
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Isabell Sanford
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Matilde ‘Tillie’ Binks
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Virginia Christine
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Hilary St. George
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Alexandra Hay
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Carhop
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Barbara Randolph
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Dorothy
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D’Urville Martin
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Frankie
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Joanna Drayton es una joven librepensadora
que regresa a casa con sus padres Matt y Christina, él editor periodístico y
ella ama de casa, tras unas vacaciones en Hawai. Pero cuando Joanna presenta
les a su novio el Dr. John Prentice, un hombre de color, Matt monta en cólera y
se opone ello, lo mismo que el padre de John, que llegan a la casa invitados
por Joanna.
Crítica: Divertido como también incisivo film sobre el
racismo, los prejuicios y el matrimonio interracial beneficiado totalmente con
las interpretaciones de unos inmensos Katharine Hepburn y Spencer Tracy,
volviendo a demostrar que su química dentro y fuera de la pantalla la desborda
y rompe de todas las formas posibles, destacándose también lo intimista de su
puesta en escena a fin de dejar lo importante el reparto (la mansión Drayton,
un hogar pacífico y encantador cuya paz se ve de pronto le sacude por la
modernidad: Katharine Houghton, sobrina de Hepburn, está realmente adorable en
su papel de joven enamorada; la cara de Matt y Christina al conocer al prometido
de su hija, un poema en su mismo que preludia las tormentas emocionales que
acontecerán en el futuro; Tillie, una criada de lengua más afilada que un sable
toledano, con una Sanford más que divertida). Autor de Vencedores o Vencidos
[1961] y de la hilarante El Mundo Está Loco, Loco, Loco, Loco [1963], Stanley
Kramer consigue un maravilloso revulsivo de ideas que permite, en lo sencillo
de su premisa, poner el dedo en la llaga acerca del amor y la tolerancia, a la
sazón de un Sydney Poitier al que todos los adjetivos del mundo no son
suficientes para alabar su trabajo (el instante en el que John entra en una
severa bronca con su padre, de pronto cambiada por un discurso brutal sobre el
concepto del “yo”: la energía de Poitier y la cara de Glenn escuchándole, sin
palabras, lo convierten en un epic moment inigualable; Monseñor Ryan,
metiéndose en asuntos ajenos a fin de convencer a su amigo Matt de que no tome
la decisión incorrecta; el final, arrebatador, con Tracy soltando su discurso
sin renunciar a un fugaz momento donde la ficción desaparece: las lágrimas de
Hepburn lo dicen todo). Un film marcado por ser el último de Tracy antes de
morir, que le corona y con razón como un grande del cine por los siglos de los
siglos.
La Puntilla: El amor es una fuerza que no solo debe unir
personas y culturas. También debe destruir las barreras que intentan
separarlas.
Mi
Valoración
★★★★★
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