Vista En: Cines Odeón (Corvera), jueves 4 de enero de
2018.
Título Original: Downsizing.
Director: Alexander Payne.
Guión: Jim Taylor y Alexander Payne. Género: Ciencia Ficción.
Música: Rolfe Kent. Fotografía: Phedon Papamichael.
Decorados: Patricia Larman, Karen Manthey y Odetta
Stoddard. Vestuario: Wendy Chuck.
Productoras: Paramount Pictures, Ad Hominem Enterprises y
Annapurna Pictures. Presupuesto: ±68.000.000 $.
Países: USA y Noruega. Año: 2017. Duración: 135 minutos. Color.
Reparto:
|
Personajes:
|
Matt Damon
|
Paul Safranek
|
Kristen Wiig
|
Autrey Safranek
|
Christoph Waltz
|
Dusan Mirkovic
|
Jason Sudeikis
|
Dave Johnson
|
Maribeth Monroe
|
Carol Johnson
|
Hong Chau
|
Ngoc Lan Tran
|
Udo Kier
|
Joris Konrad
|
Rolf Lassgård
|
Dr. Jørgen Asbjørnsen
|
Ingjerd Egeberg
|
Anne-Helene Asbjørnsen
|
Søren Pilmark
|
Dr. Andreas Jacobsen
|
Jayne Houdyshell
|
Madre de Paul
|
Phil Reeves
|
Padre de Audrey
|
(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En un futuro cercano, un grupo de científicos
inventa un modo de reducir a la humanidad como método para evitar la
superpoblación. Paul Safranek y su esposa deciden someterse al procedimiento en
la esperanza de una vida mejor, pero en el último momento Audrey se acobarda,
dejando a su marido plantado, con Paul teniendo que adaptarse a su nueva vida.
Crítica: El siempre
interesante Payne, realizador de producciones como la de Entre Copas [2004] y la de Los Descendientes [2011]
mezcla irregularmente la ciencia ficción con el drama y la crítica social, con
la que Damon encabeza un reparto de lo más ecléctico y sumamente extraño, pero
que aprovecha sus papeles para ofrecer instantes donde comedia y drama van
siempre a la par (Dusan Mirkovic, uno de esos personajes hechos a la medida del
histrionismo de un Christoph Waltz siempre pletórico y con ganas de juerga; el
instante en el que Paul se encuentra por casualidad con Ngoc Lan Tran, una ex
activista vietnamita que le sirve al guión para desmitificar al Camelot en
miniatura: su viaje juntos a la casa de ella rememora la mítica frase de
Serpiente Plissken: «Cuanto más cambian las cosas más siguen igual»; el
prólogo, planteado casi como un documental, sobre el proceso de reducción y su
descubrimiento). Perdiendo el control sobre su criatura en una segunda mitad
que no solo se le va de las manos si no que conduce a un final en extremo
aséptico que desluce el conjunto final, Una Vida a lo Grande es un trabajo en
inicio potente pero cuya idea principal va perdiendo fuelle conforme avanza su
metraje, llegando a pasajes que prometen pero al final se quedan en agua de
borrajas (el viaje de Paul y sus amigos a Noruega, visitando a la primera
colonia miniaturizada: mucha información, poco buen uso de ella; un parroquiano
de bar, hablando con los Safranek acerca de su validez e importancia como
ciudadanos una vez sean reducidos; la interactuación entre “normales” y
“reducidos”, la versión digital del viejo estilo como en El Increíble Hombre
Menguante [Jack Arnold, 1957]: algo que perdido su impacto inicial, acaba por
ser un gran déjà vu de películas pasadas). Una mirada deslavazada acerca de
futuros en apariencia utópicos pero que siempre acaban siendo distópicos. Más
de lo mismo.
La Puntilla: Paul Safranek, o el drama del ciudadano
medio: siempre en la búsqueda de saber si en verdad su vida vale para algo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario