Vista En: Youtube, miércoles 5 de abril de 2017.
Título Original: A Gentlemen’s Duel.
Directores: Sean McNally y Francisco Ruiz.
Guión: Sean McNally, Francisco Ruiz, Jeff Fowler y
Tim Miller. Género: Animación.
Música: Rob Cairns. Dirección Artística: [Desconocido].
Productora: Blur Studio. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 2006. Duración: 8 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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Tom Kenny
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Inglés (Sir Dingleberry)
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Chuck Wojtkiewicz
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Francés (Marqués de Malstrumpet)
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Ashley Walsh
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La Dama
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En el siglo XVIII, una bella dama de la alta
sociedad es cortejada por dos hombres, Sir Dingleberry y Marqués de
Malstrumpet, que pertenecen a imperios enfrentados. Su rivalidad por el amor y
los afectos la dama hacen que comience un enfrentamiento cuando ambos llevan su
duelo de caballeros a ser una pelea con dos grandes robots que ellos pilotan
desde el interior.
Crítica: Imposible cortometraje entre drama romántico
de época combinado con una especie de Power Rangers [1993] pero muy en
miniatura, que revive toda la magia de la comedia slapstick al estilo de
Aterriza como Puedas [Jim Abrahams, David y Jerry Zucker, 1980] y de El Mundo
Está Loco, Loco, Loco, Loco [Stanley Kramer, 1963], convirtiendo algo tan
inocente como una tarde de tomar el té en algo que se va de las manos a la que
se descuidan (el inicio de la rivalidad de ambos nobles, con la dama pagando
sin comerlo ni beberlo las consecuencias de sus egos cada vez más henchidos; la
aparición de los dos robots de combate: cuatro-cinco metros de alto replicando perfectamente
el estilo decorativo de la época, tanto o más divertido que el mayordomo de la
dama, cediendo a sus instintos básicos mientras ambos se acercan; el inicio,
con dos ranas peleando por una mariposa: profético es decir muy poco). Un Duelo
entre Caballeros, tomando ex profeso uno de los acontecimientos más usuales de
aquellos años, le da la vuelta para ponerlo patas arriba a base de locura y
tente tieso, en una esquizofrenia que va in crescendo hasta llegar a un clímax
con esa misma locura por bandera (el mayordomo de la dama, que nunca o casi
nunca habla, y ni falta que le hace; los contendientes, sacando toda su
artillería a base de puñetazos, teniendo que parar por la razón más absurda de
todas: lo mejor es cuando vuelven a ello; el epílogo, cuando por fin los dos
repipis y estirados petimetres se dan cuenta de lo que su instinto de machitos
ha provocado: hilarante y surrealista hasta la extenuación). Ruiz y McNally
debutan como directores con una mini-película que rebosa sentido del humor y
que demuestra lo ridículo de aquellas protocolarias ceremonias de las tardes
del Renacimiento. Pero con robots gigantes de por medio, y una dama muy bella y
voluptuosa. Una que curiosamente nunca habla.
La Puntilla: Si llegan a tanto por una fiesta de té, no
quisiera imaginarme de lo que serán capaces por celebrar la Navidad.
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