Vista En: Calle 13, martes 25 de agosto de 2009.
Título Original: A Simple Plan.
Director: Sam Raimi.
Guión: Scott B. Smith, basado en su propia novela homónima, publicada en 1993. Género: Drama.
Música: Danny Elfman. Fotografía: Alar Kivilo.
Decorados: Hilton Rosemarin. Vestuario: Julie Weiss.
Productoras: British Broadcasting Corporation, Paramount Pictures, Savoy Pictures, Mutual Film Company, Toho Company, Towa Video, Union Générale Cinématographique y Tele München Fernseh Produktionsgesellschaft.
Presupuesto: ±30.000.000 $.
Países: USA, Reino Unido, Alemania, Francia y Japón. Año: 1998. Duración: 121 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Bill Paxton
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Hank Mitchell
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Bridget Fonda
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Sarah Mitchell
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Billy Bob Thornton
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Jacob Mitchell
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Brent Briscoe
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Lou Chambers
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Jack Walsh
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Tom Butler
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Chelcie Ross
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Sheriff Carl Jenkins
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Becky Ann Baker
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Nancy Chambers
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Gary Cole
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Neil Baxter
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Bob Davis
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Agente del FBI Renkins
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Peter Syvertsen
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Agente del FBI Freemont
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Tom Carey
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Dwight Stephanson
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John Paxton
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Sr. Schmitt
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Paseando a las afueras del pequeño pueblo de Minnesotta donde viven, Hank, su hermano Jacob, y Lou, un amigo de ambos, encuentran una avioneta estrellada entre la nieve. Dentro encuentran más de cuatro millones de dólares, que deciden ocultar entre los tres cambiando el dinero de casa en casa. Pero sus mutuos recelos les harán desconfiar unos de otros.
Crítica: Abandonando las locuras sobre científicos locos y demonios como en Posesión Infernal [1982] y Darkman [1990], Sam Raimi cambia totalmente de registro para ofrecer un thriller áspero y brutal que recuerda y mucho a Fargo [Joel y Ethan Coen, 1996], con tres impresionantes puntas de lanza llamadas Bridget Fonda, Bill Paxton y Billy Bob Thornton, que eclipsan la pantalla con su presencia y que en lo blanquecino de su invernal fotografía se encuentran un importante refuerzo narrativo (Jacob, un auténtico liante con inteligencia limitada y problemas de incontinencia verbal, caldo de cultivo para todos los desastres imaginables; Sarah, encarándose a su marido sobre la clase de vida que pueden o no llevar con lo pobres que han sido: de quitarse el sombrero; la progresiva e imparable destrucción de la amistad entre Lou, un estupendo Brent Briscoe, y Hank, reemplazada por una desmedida avaricia: el careo de ambos, con el primero borracho, da una buena pista sobre ello). Haciendo de la sobriedad y la contención dos cualidades extraordinarias para un director tan sumamente desatado, esta inversión narrativa hace que Un Plan Sencillo sea una pieza maestra del cine negro, usando un mínimo detalle para ahondar en las negruras del alma humana y como amigos y lealtades pueden sufrir un vuelco total (la llegada de Baxter, un enigmático e intrigante Gary Cole, que hace sospechar desde su primera aparición y que precipita irrevocablemente los acontecimientos; el encuentro de Hank y de Lou con un anciano a bordo de una moto de nieve, que empieza mal y que acaba peor, perfecto ejemplo de la palabra “paranoia”; el destino final de Jacob, de una negrura absoluta y descorazonadora). Un trabajo sin defectos reseñables a la vista, con multitud de virtudes, que hacen de ella un placer a los sentidos. Aunque sea viendo a dos hermanos y un amigo caer en el abismo de la avaricia más destructiva.
La Puntilla: Esto es lo que pasa cuando los directores más desatadas juegan a ser sobrios. Que sorprenden creando verdaderas maravillas.
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