Un Otoño sin Berlín [2015]

 Publicado El: Martes, 17-Nov-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000260.

 Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), domingo 15 de noviembre de 2015.

 Título Original: Un Otoño sin Berlín.

 Directora: Lara Izagirre.

 Guión: Lara Izagirre. Género: Drama.

 Música: Joseba Brit. Fotografía: Gaizka Bourgeaud.

 Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Iratxe Sanz.
 Productora: Gariza Produkzioak. Presupuesto: ±1.700.000 € (±1.860.000 $).

 País: España. Año: 2015. Duración: 95 minutos. Color.

Reparto:	Personajes:
Irene Escolar	June
Tamar Novas	Diego
Mariano Estudillo	Aitor
Naiara Carmona	Ane
Ramón Barea	Aíta
Lier Quesada	Nico
Paula Soldevila	Pili
María Isabel Díaz	Matrona
Itziar Ituño	Sofía
Pablo Viña	Dentista
Amaia Lizarralde	Profesora
Patrizia López	Presentadora

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: June es una chica que regresa a su hogar en el País Vasco, tras varios años en el extranjero. Allí se reencuentra con su hermano y su padre, con el que tiene una relación difícil, pero también con Diego, su ex novio, un antisocial escritor. June decide darle una oportunidad y vuelve con él, pero su taciturno y amargo carácter le pondrá las cosas muy difíciles.

 Crítica: Ópera prima de Lara Izagirre, directora de cortos como Kea [2012] y Larroxa [2013], en un drama íntimo y de ritmo narrativo demasiado lento, a veces incluso llegando a ser letárgico, por el que andan personajes marcados por un pasado del que no pueden o no saben escapar (la propia June, incapaz de olvidar a Diego; la relación entre ella y su padre, un contenido y excelente Ramón Barea). Una propuesta que carga con muchos silencios y momentos de miradas, en donde se echa en falta una música que tuviera más presencia en su metraje (ésta llega a cuentagotas), en donde el peso de su guión recae en sus protagonistas, algunos más encantadores que otros (Aitor, el hermano de June, el único capaz de mostrar alegría en un universo de tristeza; Nico, un jovencísimo Lier Quesada, cuya amistad con June es de lo más tierna; Diego: quintaesencia del escritor agobiado por sus propios fantasmas). Costumbrista y cercana a la realidad, la labor de Izagirre crea una película algo irregular en donde se da más importancia a los detalles, haciendo que algunos instantes sean más notables que otros cuyo acabado resulta más flojo (la expresión de amargura de Pili, mirando a Diego; una entrega de premios, ejecutada de una manera algo torpe; la clase para embarazadas: divertida, pero el hermetismo de June termina por estropearlo). Su estrella principal, una Irene Escolar que mezcla belleza, fuerza y fragilidad a partes iguales, se convierte en el eje de una historia sobre personas y traumas, sobre pasados y futuros, donde éstos colisionan con la fuerza de dos trenes (la obsesión de Diego por Berlín; June y Aitor, poniéndose a tocar el piano; Naiara Carmona, haciendo de su personaje un regalo interpretativo). Lejos de ser perfecta pero también de caer por los terrenos de lo farragoso, Un Otoño sin Berlín es un fiel reflejo de lo que son las óperas primas: que aún con sus defectos son interesantes. 

 La Puntilla: Querida June, ¿podrías explicarme qué diablos ves en un tío tan mustio y amargado como Diego?. Es que no lo entiendo ni a tiros.

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