“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Uno, Dos, Tres [1961]

 Publicado El: Viernes, 6-Oct-2017. Nº De Serie: C25/TCM/0002247.
 Vista En: TCM, jueves 5 de octubre de 2017.
 Título Original: One, Two, Three.
 Director: Billy Wilder.
 Guión: Billy Wilder y I.A.L. Diamond, basado en la obra teatral homónima de Ferenc Molnar, estrenada en 1929. Género: Comedia.
 Música: André Previn, sin acreditar. Fotografía: Daniel L. Fapp.
 Decorados: [Desconocido]. Vestuario: [Desconocido].
 Productoras: Bavaria Film, The Mirisch Corporation y Pyramid Productions.
 Presupuesto: ±3.000.000 $.
 País: USA. Año: 1961. Duración: 115 minutos. B/N.

Reparto:
Personajes:
James Cagney
C.R. MacNamara
Pamela Tiffin
Scarlett Hazeltine
Horst Buchholz
Otto Ludwig Piffl
Arlene Francis
Phyllis MacNamara
Liso Pulver
Fräulein Ingeborg
Hanns Lothar
Schlemmer
Peter Capell
Mishkin
Leon Askin
Peripetchikoff
Ralf Wolter
Borodenko
Karl Lieffen
Fritz
Howard St. John
Wendell P. Hazeltine
Lois Bolton
Melanie Hazeltine

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: C.R. MacNamara, el director de la planta de Coca Cola en Berlín Oeste, aspira a conseguir el puesto de jefe en la sucursal de Londres. Pero su plan se complica cuando debe cuidar a la hija de su jefe, Scarlett Hadelzine, quien por sorpresa se casa con Otto Ludwig Piffl, un joven de la Alemania del Este de moral comunista, y también lidiar con su mujer y su amante.

 Crítica: Autor de Con Faldas a lo Loco [1959] y El Apartamento [1960], Billy Wilder vuelve a demostrar su genialidad para el humor con una comedia que funciona a velocidad de vértigo y donde no hay un solo momento de respiro, aderezada con la sinfonía de Aram Khachaturian “Danza de los Sables”, que le aporta un magnífico sentido del ritmo, y con un James Cagney maravilloso y desternillante al mismo tiempo (la forma de McNamara de dar órdenes a sus subordinados: una imparable verborrea digna de un general que hace reír en cada discurso; Scarlett, tan descarriada como descerebrada, la clásica hija de familia rica cuya ingenuidad de clase alta es todo un hallazgo; Otto, un joven de altos ideales soviéticos metido en una verdadera espiral de locura: un cara a cara Buchholz-Cagney que pone a la Guerra Fría de vuelta y media). En un precioso formato blanco y negro y repleto de gags que llegan a lo antológico, Uno, Dos, Tres hace de sus casi dos horas de duración un raudo torrente de diversión y entretenimiento que no da puntada sin hilo, metiendo secundarios que roban alguna escena (Mishkin, Peripetchikoff y Borodenko, tres hombres de la URSS cuyos conatos de negociar con MacNamara son tan geniales como su fascinación por Ingeborg, la secretaria de éste; la esposa de McNamara y el modo de chinchar a su marido, desde decirle “Mein Führer” hasta mencionar a Pepsi Cola, un excelente toque corrosivo; los oficinistas, levantándose cada vez que McNamara pasa delante de ellos). Rematadamente histriónica incluso en los momentos más tensos y menos agradables (Otto, siendo detenido; su charla con Peripetchikoff) Wilder crea una cinta apoteósica. Y su tercio final, como su última escena, dos broches de oro del séptimo arte in etérnum.

 La Puntilla: Quien no se ría con una película como esta que se lo haga mirar. Por si a lo mejor está muerto y todavía no se ha enterado.
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