Publicado El: Miércoles, 25-Oct-2017. Nº De Serie: C25/TCM/0002295.
Vista En: Cines Marta & María (Avilés), domingo 3
de junio de 2012.
Título Original: This Must Be the Place.
Director: Paolo Sorrentino.
Guión: Paolo Sorrentino y Umberto Contarello. Género: Drama.
Música: David Byrne y Will Oldham. Fotografía: Luca Bigazzi.
Decorados: Rory Blanchard, Sage Emmett Connell, Jeff
Graham, Jason Mack, David Trujillo, Robert P. Trujillo y Erik Keeling-Torrez. Vestuario: Karen Patch.
Productoras: Indigo Film, Lucky Red, Medusa Film, ARP
Sélection, France 2 Cinéma, Element Pictures, Bord Scannan na hEireann/Irish
Film Board, Media Programme of the European Union, Eurimages Council of Europe,
Section 481, Sky, Canal+, CinéCinéma, France Televisión, Intesa San Paolo y
Pathé.
Presupuesto: ±25.000.000 € (±32.000.000 $)..
Países: Italia, Francia e Irlanda. Año: 2011. Duración: 118 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Sean Penn
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Cheyenne
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Frances McDormand
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Jane
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Judd Hirsch
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Mordecai Midler
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Eve Hewson
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Mary
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Kerry Condon
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Rachel
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Grant Goodman
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Tommy
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Harry Dean Stanton
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Robert Plath
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Joyce Van Patten
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Dorothy Shore
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David Byrne
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Él mismo
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Máirín O’Donovan
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Mujer en el banco
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Olwen Fouéré
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Madre de Mary
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Shea Whigham
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Ernie Ray
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Cheyenne, un cantante de los 80 que vive en
Inglaterra junto a su mujer de los royalties de sus canciones, es avisado de
que su padre acaba de morir. A su entierro descubre que había sido
superviviente del holocausto nazi, y que se había pasado su vida buscando al
que había sido su torturador sin dar con él, por lo que se propone terminar lo
que él empezó.
Crítica: Precioso y a la vez desgarrador film
intimista de manos del mismo director de Las Consecuencias del Amor [2004] y Il
Divo [2008], que convierte a Sean Penn en un torrente de interpretación para
ser el eje conductor de lo que en verdad se presenta como una road movie con un
par de añadidos nada desdeñables, haciendo de la pausa, la interpretación de
sus secundarios y la fotografía los tres elementos básicos para cocinar a fuego
lento una película sobre venganza y pasados perdidos con instantes muy intensos
(el encuentro entre Cheyenne y su amigo y ex líder de Talking Heads David
Byrne, donde el primero exorciza todas las miserias de su pasado: el prota de Giro
al Infierno [Oliver Stone, 1995] saca una vez a su animal escénico para ser
sublime; Judd Hirsch, haciendo un parón en la serie Numbers [2005] para
recordar al gran intérprete que lleva dentro: su papel de cazanazis o su charla
sobre dientes son de nota; su matrimonio con Jane, emotivo, y una Frances
McDormand de nuevo dando otro recetario de actuación). Acumulando escenas que
oscilan de la comedia más desenfadada al drama más profundo, Sorrentino bebe
sin pudor de The Straight Story. Una Historia Verdadera [David Lynch, 1999]
para hacer, en la misma línea trazada de Lynch, un viaje por la América
profunda con todo lo que ello conlleva, cuya banda sonora es cuando menos un
regalo a los sentidos (la transformación física de Penn para dar vida a
Cheyenne, un nada sutil homenaje a Robert Smith, cantante de The Cure; la
amistad entre Cheyenne y la adolescente Mary, perfecta sin más; el final, un
anticlímax en todos los sentidos, con un discurso de esos que dejan con la boca
abierta). Con alguna subtrama indigesta malamente dejada en el aire (la
desaparición del hermano de Mary, con una Olwen Fouéré que sobrecoge), Un Lugar
Dónde Quedarse es un trabajo redondo, magnífico, totalmente embriagador.
La Puntilla: Vivir encerrado en tu mundo interior es lo
mismo que perderte todo lo que transcurre fuera de ti. Para lo bueno, y lo
malo.
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