Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 1 de abril
de 2017.
Título Original: Ghost in the Shell.
Director: Rupert Sanders.
Guión: Jamie Moss, William Wheeler y Ehren Kruger,
basado en el manga japonés Ghost in the Shell, creado por Masamune Shirow,
publicado en 1995. Género: Ciencia Ficción.
Música: Lorne Balfe y Clint Mansell. Fotografía: Jess Hall.
Decorados: Greg Cockerill, Elli Griff, Craig Poll, Brana
Rosenfeld, Calvin Tsoi y Kitt Van Der Kidd. Vestuario: Kurt and Bart.
Productoras: Arad Productions, DreamWorks, Grosvenor Park
Productions, Huahua Media, Paramount Pictures, Seaside Entertainment, Shanghai
Film Group, Reliance Entertainment y Steven Paul Production.
Presupuesto: ±110.000.000 $.
País: USA. Año: 2017. Duración: 107 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Scarlett Johansson
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Mayor Mira Killian
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Pilou Asbæk
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Batou
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‘Beat’ Takeshi Kitano
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Daisuke Aramaki
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Juliette Binoche
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Dra. Ouelet
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Michael Pitt
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Hideo Kuze
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Chin Han
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Detective Togusa
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Danusia Samal
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Ladriya
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Lasarus Ratuere
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Carlos Ishikawa
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Yutaka Izumihara
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Saito
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Tawanda Manyimo
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Borma
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Peter Ferdinando
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Cutter
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Anamaria Marinca
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Dra. Dahlin
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En un futuro cercano, la población mundial
está sometida a una tecnología superavanzada de implantes cibernéticos. Mira
Killian, una joven que sufrió un atentado donde murieron sus padres, es
reclutada para que su cerebro se inserte en un cuerpo robótico, y formar parte
de la Sección 9, una unidad especial para la detección y captura de hackers
terroristas.
Crítica: Segunda película de Rupert Sanders tras
Blancanieves y la Leyenda del Cazador [2012], que traslada a imagen real la
celebérrima Ghost in the Shell [Mamou Oshii, 1995] con una Scarlett Johansson
inmensa ya habituada a papeles fantásticos como el de Lucy [Luc Besson, 2014],
y que se convierte en la punta de lanza de un proyecto al que si bien no le
falta forma, sí le falta fondo y trasfondo para despegar de la pátina “remake”
al uso, en su replicar de algunas escenas del Anime japonés (el duelo entre la
Mayor y un enemigo en un canal de agua, con ella apareciendo y desapareciendo;
el prólogo, que describe el proceso de creación del cuerpo de la Mayor: visualmente
geniales pero que hacen suspirar de nostalgia; Batou, poniéndose ojos
cibernéticos, al igual que su versión animada: la respuesta de la Mayor es
divertidísima). Con presencias mágicas como la del legendario Takeshi Kitano,
que roba escenas a cada instante que sale, y otras de puro estereotipo como
Peter Ferdinando, Ghost in the Shell: El Alma de la Máquina se mantiene fiel al
original pero no transmite toda la fuerza que debería, lo que la aleja de sus
intenciones y la convierte en un producto bien diseñado y ejecutado (Pitt,
irreconocible pero espléndido en su papel de Kuze; el clímax final de la Mayor
contra un tanque de extraña apariencia: otra secuencia estupenda, pero también
calcado de su original; Cutter, un villano de manual, plano y sin alma ninguna).
Cometiendo el clásico giro de guión de focalizarlo en un pasado que no es lo
que parece ser (los flashbacks de la Mayor, así como su visita a cierta
dirección), Sanders se limita a copiar sin renovar una de las obras cumbres del
género cyberpunk, haciéndolo con suficiente buen ojo para insuflarle vida al
mundo descrito por Shirow, pero al que sus aires occidentales le arrebatan
parte de su esencia. Y Pilou Asbæk como Batou está inmenso. Pero también muy
clónico.
La Puntilla: Sin despreciar a Sanders, el que debería
haber rodado la peli es Takeshi Kitano. Vaya que si hubiera cambiado la cosa
entonces.
Mi
Valoración
★★★★★
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