Vista En: Cines Cinebox (Corvera), jueves 4 de abril de
2013.
Título Original: G.I. Joe: Retaliation.
Director: Jon M. Chu.
Guión: Rhett Reese y Paul Wernick. Género: Acción.
Música: Henry Jackman. Fotografía: Stephen Windon.
Decorados: Ron Cookson y Cynthia La Jeunesse. Vestuario: Louise Mingenbach.
Productoras: Paramount Pictures, Skydance Media, Hasbro,
Di Bonaventura Pictures, Metro-Goldwyn-Mayer, Saints LA y Spyglass
Entertainment.
Presupuesto: ±130.000.000 $.
País: USA. Año: 2013. Duración: 110 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Dwayne Johnson
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Roadblock
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Jonathan Pryce
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Presidente de los Estados Unidos
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Byung-Hun Lee
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Storm Shadow
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Elodie Yung
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Jinx
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Ray Stevenson
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Firefly
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D.J. Cotrona
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Flint
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Adrianne Palicki
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Jaye
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Ray Park
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Ojos de Serpiente
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Luke Bracey
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Comandante Cobra
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Walton Goggins
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Alcaide Nigel James
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Arnold Vosloo
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Zartan
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RZA
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Maestro
Ciego
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Camuflado como Presidente de los Estados
Unidos, el criminal Zartan firma una orden ejecutiva para destruir el cuerpo de
G.I. Joe, a la vez que el Comandante Cobra es liberado de la cárcel donde
estaba. Los escasos supervivientes del ataque deciden refugiarse, buscando toda
la ayuda posible para desmantelar el complot de Cobra antes de que sea tarde.
Crítica: El intrascendente Jon M. Chu, director de
Street Dance [2008] y Step Up 3D [2010] reemplazada a Stephen Sommers como
narrador de las hazañas de los famosos soldados de juguete pasados a la gran
pantalla, con una trama todavía más imposible de creer que su predecesora y
cayendo en un garrafal error de hacer un borrado de protagonistas respecto a la
primera parte, cuyo único propósito es poner a actores menos pipiolos a la hora
de repartir tiros y de paso meterse en camisas políticas de once varas (el
inicio, donde Duke y el resto de protas directamente se van por el desagüe:
¿tanto rollo y tanta leche en la primera parte para llegara eso?; Joseph
Gordon-Levitt, pasando sabiamente de la peli para ser reemplazado por un
igualmente irreconocible Luke Bracey; Roadblock y el resto de Joes
supervivientes, visitando al hombre al que deben lo de llamarse Joe:
demostración palpable de quien manda y de que las nuevas generaciones no están
a su altura ni deseándolo). Brillante y a partes iguales pérdida y afectada en
la actuación de Jonathan Pryce como en exceso cansina por el gran peso que se
le da a Sombra Blanca, la secuela del éxito de 2009 es una secuela torpe y
desgarbada, decentilla en la acción pero imposible en el guión, que se queda en
tierra de nadie aunque ofrece algunas imágenes impactantes (la Casa Blanca,
tomada por banderas de Cobra: si en vez de una serpiente fuese una esvástica,
tampoco habría tanta diferencia; la reunión con los jefes de estados de
potencia nuclear, con Pryce dando rienda suelta a su verborrea: desternillante
hasta el extremo; Roadblock, agarrando a pulso una ametralladora gaitling: lo
único más alucinante que eso es darse cuenta de que su bíceps es aún más grande
que el arma en si). Una película cuya duración la convierte en un
entretenimiento lejos de ser brillante. Y con una pátina a rueda pinchada de la
que nunca se llega a deshacer.
La Puntilla: Esto es lo que pasa cuando se coge una buena
idea y se deja en manos de un inútil: que no hay por donde cogerla.
Mi
Valoración
★★★★★
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