Vista En: Cines Cinesa (Siero), sábado 17 de febrero de
2007.
Título Original: Little Children.
Director: Todd Field.
Guión: Todd Field y Tom Perrotta, basado en la
novela Little Children, de Tom Perrotta, publicada en 2004. Género: Drama.
Música: Thomas Newman. Fotografía: Antonio Calvache.
Decorados: Susan Bode-Tyson. Vestuario: Melissa Economy.
Productoras: New Line Cinema, Bona Fide Productions y
Standard Film Company. Presupuesto: ±26.000.000 $.
País: USA. Año: 2006. Duración: 136 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Kate Winslet
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Sarah Pierce
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Jennifer Connelly
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Kathy Adamson
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Patrick Wilson
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Brad Adamson
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Jackie Earle Haley
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Ronnie J. McGorvey
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Noah Emmerich
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Larry Hedges
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Gregg Edelman
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Richard Pierce
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Phyllis Somerville
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May McGorvey
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Raymond J. Barry
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Bullhorn Bob
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Jane Adams
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Sheila
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Ty Simpkins
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Aaron Adamson
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Sadie Goldstein
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Lucy Pierce
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Helen Carey
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Jean
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En un suburbio a las afueras de Boston, Sarah
Pierce conoce por casualidad a Brad Adamson, coincidiendo ambos en un parque
donde llevan a sus hijos. Estallando la pasión entre ellos, ambos inician un
romance secreto mientras Larry Hegdes, amigo de Brad, echar del barrio a Ronnie
McGorvey, un pedófilo recién liberado de prisión que intenta curarse de su mal.
Crítica: Radiografía de la vida en los suburbios de
las afueras con la que el actor Todd Field, en su segunda película después de
En la Habitación [2003], hace un ejercicio una mirada que va de lo crudo a lo
más amable sacando la hipocresía social en forma de melodrama donde hay para
dar y tomar y con un reparto estelar que bordan sus papeles con sobradísimo
talento (la fijación de Sarah por Brad,
convertida en pura lujuria desenfrenada: otra película en la que el imponente
físico de la estrella de Titanic [James Cameron, 1997] se convierte en
fundamental para la historia; la obsesión de Larry hacia Ronnie, un Jackie
Earle Haley que rompe trece años de silencio interpretativo para revelarse como
una fiera escénica; la insana obsesión de Richard Pierce por la pornografía en
Internet y por una mujer que le manda su ropa interior por correo previo pago
de su importe). Contenida en su formato desde el minuto uno y dejando instantes
que sacan lo mejor y lo peor de la naturaleza, Juegos Secretos, extraña
traducción del original “Niños Pequeños”, se convierte en un largometraje cuya
brillantez radica en seguir la línea de otras películas al estilo de American
Beauty [Sam Mendes, 1999], buscando reflejar miserias y alegrías de los barrios
de clase media alta sin miramiento alguno (la cita de Ronnie con Sheila, que
empieza bien pero acaba del peor modo posible; la cena entre los Pierce y los
Adamson, con Kathy captando de pronto algo que no debería: la simple expresión
de sus ojos convierte a Jennifer Connelly en toda una robaescenas; la relación
de Ronnie con su anciana madre, emotiva Phyllis Somerville). Llegando a niveles
de puritanismo digno del siglo XX en un par de instantes (un par de madres,
escandalizadas por un simple beso) y con un final en montaje paralelo a varias
bandas, Field crea un trabajo de calidad deluxe, dinamitando los cimientos de
la sociedad por todo lo alto.
La
Puntilla: Infidelidad,
pornografía en Internet, pedófilos en busca de cura y ex policías chiflados.
Solo otro día cualquiera en el barrio.
Mi
Valoración
★★★★★
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