Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 22 de abril
de 2017.
Título Original: John Wick: Chapter 2.
Director: Chad Stahelski.
Guión: Derek Kolstad. Género: Acción.
Música: Tyler Bates y Joel J. Richard. Fotografía: Dan Laustsen.
Decorados: Letizia Santucci y David Schlesinger. Vestuario: Luca Mosca.
Productoras: Summit Entertainment, Thunder Road Pictures,
87Eleven y Lionsgate. Presupuesto: ±40.000.000 $.
País: USA. Año: 2017. Duración: 122 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Keanu Reeves
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John Wick
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Riccardo Scamarcio
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Santino D’Antonio
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Ian McShane
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Winston
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Ruby Rose
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Ares
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Common
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Cassian
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Claudia Gerini
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Gianna D’Antonio
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Lance Reddick
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Charon
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Laurence Fishburne
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Bowery King
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Tobias Segal
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Earl
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Thomas Sadoski
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Jimmy
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John Leguizamo
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Aurelio
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Bridget Moynahan
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Helen
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Después de lo ocurrido con la mafia rusa,
John Wick es forzado a cumplir un antiguo trato que hizo con un miembro de la
mafia italiana, que le ordena asesinar a su hermana para así él ocupar su lugar
entre la élite del crimen organizado. Pero cuando tras cumplirlo intentan
matarle, Wick inicia una venganza para exterminar a su antiguo amigo y sus
matones.
Crítica: Tres años más tarde de su original John Wick
(Otro Día para Matar) [2014], el mismo director de ésta expande el universo de gangsters, mafias, crimen y sangre con una secuela superior en todos los
aspectos no solo por las peleas y secuencias de acción, si no también por la
sobriedad y el estilo con que lo hace, permitiéndose además un pequeño lujo
hace dar un suspiro de nostalgia y también disfrutar con un Reeves brillante y carismático
(Santino, el típico mafioso que apesta a ambición desmedida con falta de
conciencia: su primer encuentro con Wick o una posterior llamada telefónica dan
buena fe de ello; el careo de Wick y Bowery King, o el reencuentro de Neo y Morfeo a 14 años de Matrix Revolutions [Larry y Andy Wachowski, 2003]:
Fishburne está irónico, divertido, y magnífico; Franco Nero, ejerciendo un rol
como el de Ian McShane en la primera parte: dos puntazos extras como la copa de
un pino). Regresando también sobre sus pasos y a pesar de un leve defecto del
guión, John Wick: Pacto de Sangre es una de esas películas que rompen y de
forma agradecida con la maldición de las segundas partes, ofreciendo lo que
promete y exhibiendo una violencia sin descafeinar no apta para los débiles de
estómago (las mil y un formas de Wick de cargarse a gente, todas ellas con unas
ajustadas dosis de sangre; Cassian y Wick, charlando mientras se toman una
copa, aguantándose las ganas de matarse mientras muestran un respeto mutuo muy
interesante; Wick, cumpliendo el encargo, una secuencia donde amistad y lealtad
chocan con las obligaciones y la traición: inconmensurable es decir poco).
Desaprovechando a diamantes en bruto como Peter Stormare, que merecía mucho más
peso y presencia en pantalla, y con un tercio final que apunta maneras de
secuelas (Wick, rompiendo una regla del juego), Chad Stahelski demuestra que
hay John Wick para rato. Afortunadamente.
La Puntilla: Nunca azuces un hormiguero con un palo.
Corres riesgo de que la marabunta no haga si no devorarte a lo vivo.
Mi
Valoración
★★★★★
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