Vista En: Cines Cinebox (Corvera), domingo 29 de enero
de 2012.
Título Original: J. Edgar.
Director: Clint Eastwood.
Guión: Dustin Lance Black. Género: Drama.
Música: Clint Eastwood. Fotografía: Tom Stern.
Decorados: Gary Fettis. Vestuario: Deborah Hopper.
Productoras: Imagine Entertainment, Malpaso Productions y
Wintergreen Productions. Presupuesto: ±35.000.000 $.
País: USA. Año: 2011. Duración: 137 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Leonardo DiCaprio
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J. Edgar Hoover
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Armie Hammer
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Clyde Tolson
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Naomi Watts
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Helen Gandy
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Josh Lucas
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Charles Lindbergh
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Judi Dench
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Anna Marie Hoover
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Dermot Mulroney
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General Norman Schwarzkopf
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Damon Herriman
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Bruno Richard Hauptmann
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Jeffrey Donovan
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Robert F. Kennedy
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Ed Westwick
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Agente Smith, biógrafo de Hoover
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Zach Grenier
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John Condon
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Ken Howard
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Fiscal General de U.S. Harlan F. Stone
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Stephen Root
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Arthur Koehler
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Jack Edgar Hoover es un joven que con tan
solo 24 años se hace con la jefatura del FBI. Brillante y metódico, a lo largo
de los siguientes 48 se las apaña para convertir a su agencia en un modelo de
investigación contra el crimen, mientras que su vida se ve marcada por su
obsesión hacia su madre y por su relación con Clyde Tolson, su segundo al mando
en el FBI.
Crítica: Tal y como ya hiciera en películas como
Medianoche en el Jardín del Bien y del Mal [1997] o en Más Allá de la Vida
[2010], Clint Eastwood da otro botón de muestra de su maestría fílmica incluso
cuando sus funciones quedan relegadas a dirigir a otros en vez de dirigirse a
si mismo, sacando de Leonardo DiCaprio una interpretación prodigiosa solo
eclipsado por una Judi Dench que es todo fuerza en pantalla, al lado de otra
gente competente de la talla de Naomi Watts o Armie Hammer (la visita de Hoover
y Gandy en la biblioteca, en la que queda patente el problema que él tenía con
el sexo femenino; Anna enseñando a su hijo a bailar bajo la idea de que, en sus
palabras, «prefiero tener a un hijo muerto que a uno maricón», dicho de un modo
que los pone por corbata; las primeras apariciones de un envejecido Tolson,
casi como un fantasma que merodea a Hoover para no dejarle en paz). Acertada y
mucho en sus subtramas, éstas recrean un convulso Estados Unidos bajo la
amenaza anarquistas y de los rojos comunistas, así como recrea algunos de sus
pasajes más famosos e infames del siglo XX (la visita de Hoover a Charles
Lindbergh con motivo del secuestro de su hijo de solo 20 meses de vida; sus
tiranteces, ya en la vejez, con Richard Nixon y su creencia de que éste
destruirá todo lo que él ayudó a crear; sus intentos por impedir que Martin
Luther King fuese a recoger el premio Nóbel, reflejando una personalidad muy
represora). Black, en un guión preciso como Robin Hood disparando una flecha,
traza un biopic de los grandes reflejando la vida de un hombre notable, con sus
luces y sus sombras, cuya trayectoria vital definió a una nación durante generaciones
(su bronca a un agente por llevar bigote; su discusión con Tolson, en el que
éste las mentiras y verdades de la supuesta autobiografía que mandó encargar al
joven Smith). Un proyecto sublime, al que no se puede poner un “pero”.
La Puntilla: Tenía en su puño los trapos sucios de medio
mundo. Y lo que es peor: también tenía los del otro medio.
Mi
Valoración
★★★★★
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