Vista En: Tele 5, viernes 19 de noviembre de 1999.
Título Original: Jade.
Director: William Friedkin.
Guión: Joe Eszterhas. Género: Intriga.
Música: James Horner. Fotografía: Andrzej Bartkowiak.
Decorados: Gary Fettis. Vestuario: Marilyn Vance.
Productoras: Paramount Pictures y Robert Evans Company.
Presupuesto: ±50.000.000 $.
País: USA. Año: 1995. Duración: 95 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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David Caruso
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David Corelli
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Linda Florentino
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Katrina ‘Trina’ Gavin
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Chazz Palminteri
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Matt Gavin
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Richard Crenna
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Gobernador Lew Edwards
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Michael Biehn
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Bob Hargrove
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Donna Murphy
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Karen Heller
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Ken King
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Petey Vasko
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Holt McCallany
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Bill Barrett
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David Hunt
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Pat Callendar
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Angie Everhart
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Patrice Jacinto
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Kevin Tigre
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Fiscal del Distrito Arnold Clifford
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Robin Thomas
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Sr. Green
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: David Corelli es un ayudante del fiscal del
distrito que investiga la muerte de Kyle Medford, un importante empresario.
Encontrando una pista en la escena del crimen y escondiéndola de la policía,
Corelli investiga por su cuenta el crimen, encontrándose que las pistas apuntan
a Trina Gavin, esposa de su mejor amigo Matt, y que tiempo atrás habían sido
pareja.
Crítica: El antaño ponderado director de El Exorcista
[1973] dirige una trama de intriga con alta carga erótica con la que David
Caruso emigra de su serie Policías de Nueva York [1993] con ínfulas de gran
estrella, acompañado por un siempre interesante Chazz Palminteri y una Linda
Florentino arrebatadora sexualmente, en un papel tórrido que sigue la estela de
la Catherine Tramell de Sharon Stone en Instinto Básico [Paul Verhoeven, 1992]
(David Corelli y su relación con Trina y Matt Gavin, un triángulo
amoroso-eroticofestivo con más voltios que una central nuclear; Patrice, una
prostituta la que encarna una también excitante Angie Everhart que solo con
verla provoca sudores fríos; el instante en el que Corelli, conduciendo
tranquilamente, descubre que a su coche le fallan los frenos: una escena manida
hasta la saciedad, pero cuyos resultados son espectaculares). Haciendo de la
sordidez su emblema principal y jugando a mezclar intriga policial con algo de
drama de amores perdidos y matrimonios en crisis, Jade flaquea en lo esencial
precisamente por Friedkin, rodando sin gracia el libreto del guionista del film
de Verhoeven, cuya trama no acaba de arrancar debidamente y cuyo desfile de
perversiones son casi un catálogo de ideas que a veces pone los pelos como
escarpias (Trina, haciendo un uso de los tacones de sus zapatos un tanto
peculiar durante su encuentro con uno de esos amantes; Corelli, encontrándose
sin pretenderlo una pista de lo que significa “Jade”: ¿por qué da la sensación
que Caruso hubiese quedado mejor de villano que de héroe?; el final, que lo
deja todo atado y bien atado pero que no lo hace de la manera más inspirada: le
falta chispa). A pesar de sus buenas (o no tanto) intenciones, Jade es un
pretendido film al que le falla su ambición desmedida para buscar más el
escándalo que una trama decente. Y Crenna y Biehn, aunque lo intentan, se
deshinchan como todo lo demás.
La Puntilla: Mismo guionista. Opuestos resultados. Eso es
lo que diferencia al director que sabe su oficio del que no lo sabe o lo ha
olvidado.
Mi
Valoración
★★★★★
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