Vista En: Tele 5, viernes 13 de febrero de 1998.
Título Original: Johnny Mnemonic.
Director: Robert Longo.
Guión: William Gibson, basado en su relato corto
homónimo, publicado en 1981. Género: Ciencia Ficción.
Música: Brad Fiedel. Fotografía: François Protat.
Decorados: Enrico Campana. Vestuario: Olga Dimitrov.
Productoras: Alliance Communications Corporation, TriStar
Pictures, Peter Hoffman y Cinévision. Presupuesto: ±25.000.000 $.
Países: USA y Canadá. Año: 1995. Duración: 96 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Keanu Reeves
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Johnny Mnemonic
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Dina Meyer
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Jane
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Ice-T
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J-Bone
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Takeshi Kitano
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Takahashi
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Denis Akiyama
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Shinji
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Dolph Lundgren
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El Predicador
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Henry Rollins
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Spider
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Barbara Sukowa
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Anna Kalmann
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Udo Kier
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Ralfi
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Tracy Tweed
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Pretty
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Falconer Abraham
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Yomamma
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Diego Chambers
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Henson
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Argumento: En el 2021, tras un colapso económico
mundial, Johnny es un mensajero con el cerebro modificado al que encargan
llevar en su mente una información vital de China a Estados Unidos, pero debido
a llevar 320 gigas en vez de 160, Johnny deberá buscar el modo de sacar los
datos antes de que el exceso lo mate, encontrándose que todos buscan lo que él
tiene.
Crítica: Ópera prima de Robert Longo, director del
videoclip de R.E.M. “The One I Love” [1987] y del de New Order “Bizarre Love
Triangle” [1989], el cual crea una superproducción futurista que se pone en la
antítesis de Demolition Man [Marco Brambilla, 1993], tomando un elenco tan
ecléctico y bizarro como la estética que destila la película, lo que da como
resultado una cinta que ni rezando a San Judas Tadeo logra remontar el vuelo
(Dolph Lungdren, pasando de elegancias y de cortase el pelo para interpretar a
un sacerdote muy poco convencional; los variados ataques de Mnemonic, debido al
exceso de datos que lleva sobre su cabeza: ¿no debería reventarle la cabeza a
los dos minutos de insertar el doble de información de lo que puede soportar en
su mente?; el actor y director Takeshi Kitano, autor de obras como Boiling
Point (Punto de Ebullición) [1993], un hombre marcado por una tragedia personal
pero cuya ambigüedad aporta un plus de intriga). Luciendo unos efectos
especiales que quedan ortopédicos estilo El Cortador de Césped [Brett Leonard,
1992] y con una pareja cuya nula química, Johnny Mnemonic funciona únicamente
como un elenco de ruinosos digitalismos que como película en si, fallando de
forma miserable para crear un producto correcto o con algún atisbo de
coherencia narrativa (la cara de pasmo de Mnemonic al descubrir quién es
exactamente “Jones”; la pose de Meyer interpretando a Jane, aspirante a
guardaespaldas metida en camisa de once varas: aunque lo intenta, la chica no
va más allá de ser una cara bonita; todo lo relativo a Pharmacón y el llamado
“Síndrome del Temblor Negro”: otra pieza añadida a un puzzle de por si
recargado). Una película incapaz de llevar el peso de sus propias ambiciones,
con momentos delirantes (Mnemonic, quejándose a gritos; la aparición de un
fantasma muy peculiar) y con un final excesivamente blando. Una buena para
nada.
La Puntilla: Traficantes de datos, implantes cibernéticos,
conspiraciones de empresas y Keanu Reeves con un mal día. ¡Gracias pero no,
gracias!.
Mi
Valoración
★★★★★
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