Publicado El: Miércoles, 20-Jul-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000678.
Vista En: Comedy Central, viernes 15 de julio de 2016.
Título Original: Enter the Dragon.
Director: Robert Clouse.
Guión: Michael Allin. Género: Artes Marciales.
Música: Lalo Schifrin. Fotografía: Gilbert Hubbs.
Decorados: James Wong Sun. Vestuario: Sheng-Hsi Chu.
Productoras: Warner Bros., Concord Productions, Golden
Harvest Company y Sequoia Productions. Presupuesto: ±850.000 $.
Países: USA y Hong Kong. Año: 1973. Duración: 102 minutos. Color.
Reparto:
|
Personajes:
|
Bruce Lee
|
Lee
|
John Saxon
|
Roper
|
Jim Kelly
|
Williams
|
Ahna Capri
|
Tania
|
Shih Kien
|
Han
|
Rob Wall
|
Oharra
|
Angela Mao
|
Su Lin
|
Betty Chung
|
Mei Ling
|
Geoffrey Weeks
|
Braithwaite
|
Yang Sze
|
Bolo
|
Peter Archer
|
Parsons
|
Ho Lee Yan
|
Anciano
|
(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Lee, un maestro de las artes marciales,
recibe la invitación de un gran empresario, Han, para ir a su isla como
luchador para un importante torneo de lucha. Antes de ir, un agente secreto le
visita para que les ayude en la misión de detener a Han, revelándole que éste
es en verdad un criminal que usa su isla privada como fortín inexpugnable para
sus negocios.
Crítica: Último trabajo que Bruce Lee completó antes
de morir tres semanas previas al estreno del mismo, y todo un espectáculo de
artes marciales con algunos aires de film de James Bond que, si bien da la
sensación que tarda en arrancar, ofrece unas cuantas peleas ciertamente
excepcionales, sin olvidar una banda sonora de esas que cuesta olvidar (Lalo
Schifrin, haciendo por ella lo mismo que hizo por Bullitt [Peter Yates, 1968]:
llevarla musicalmente a lo más alto; su primeros 30 minutos, donde se narra el
pasado de algunos de sus personajes: a veces tristes, a veces algo más
desagradables; Han, un villano brillante, refinado y carismático: el malvado
chino por antonomasia). En su tercera película tras Más Oscuro que el Ámbar y
Sueños de Cristal [ambas de 1970], Robert Clouse confecciona una historia en la
que los detalles y el peso de su trama corren a cargo de una facturación
radiante de exotismo, como a su vez en su vestuario que luce espléndido (las
diversas tomas de Hong Kong, una ciudad de extremos en cuanto a economías; la
isla de Han, dominada por jaulas de pájaros en todas sus habitaciones, símbolos
de una cárcel de la no hay salida). Guardándose algunos toques de humor para
aliviar tensiones, así como un epílogo que llega a niveles de infarto,
Operación Dragón le toma el pulso a la pasión por las pelis sobre artes
marciales para reclamar la cabecera de la mesa como referente indiscutible,
cuya estrella principal desprende una irresistible aura magnética (Roper y
Williams, eligiendo compañía para pasar la noche; la ‘pelea de los espejos’:
tensa, onírica, visualmente impecable: un auténtico orgasmo mental; Lee, una
especie de fuerza de la naturaleza en su capacidad de lucha). Una cinta con
cierto toque irreal (una batalla campal: ¿en serio, oh casualidad, todos saben
Kung-Fu?), y un aroma a mito del cine por causas de fuerza mayor. Bruce Lee ha
muerto. ¡Viva Bruce Lee!.
La Puntilla: En el fondo, da igual cómo o porqué pasó.
Sencillamente nunca debió pasar. No tan joven. No tan pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario