EL CINE EN ESTADO DE NADA
Hay dos razones por las que una
película puede no gustarle a un espectador: 1ª, que sea una especie de Titanic
que haga aguas por todas partes, y que por tanto se convierte a ojos de la
opinión general en un fracaso de proporciones épicas; y la 2ª, que se decepcione
de ella por haber ido a verla en el cine (o en donde fuese) y haber ido con
unas altísimas expectativas sobre ella. Por regla general, el grado de
expectativas con las que un espectador acude a ver una peli es inversamente
proporcional al grado de satisfacción que la propia película dejará en el
espectador. Es por eso que, para evitar llevarse chascos parecidos, nada mejor
que practicar el de de ir al cine “en estado de nada”, que es algo parecido al
nirvana citado por los lamas tibetanos: es ir al cine conociendo vagamente (por
trailers y/o informaciones de foros o blogs) cual es el argumento de película,
pero minimizando toda expectativa a cero. Tan simple técnica barre de un
plumazo cualquier ambición sobre ella y por tanto cualquier deseo de ser
impresionado o impactado como si esa hora y media o dos horas de metraje fuesen
luego responsables de un cambio radical de vida. Nada más lejos de la realidad.
No, el truco consiste en que al permanecer en estado de nada se hace un ‘dos
por el precio de uno’: 1º, darle la ocasión a la película para triunfar por sí
misma, sin tediosas comparaciones con temáticas similares, y 2º, saberse
mentalmente preparado para dejar el mundo exterior atrás y abandonarse a una
historia contada en imágenes. Un curioso truco el cual, en su sencillez,
permite disfrutar del cine en su extensión y diversidad sin exigencias ni
peticiones personales. Eso es el cine en estado de nada, es olvidarse de uno
mismo y del tan recurrente “yo, yo, yo...” para desterrar el ego y centrarse en
disfrutar de la experiencia. A menos, por supuesto, que se trate de una especie
de Titanic que haga aguas por todas partes.
Nº De Serie: NC/TCM/00092. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Lunes, 4 de julio de 2016.
Valora el artículo
Valora el artículo
No hay comentarios:
Publicar un comentario