BUENO, PERO NO EXCELENTE
Jonathan y Halley son una pareja
que se quiere a punto de casarse. Walter y Annie son unos novios que todos dan
como una pareja feliz y contenta. Rob y Renata son una pareja a la que parece
la vida sonríe. Y Maggie y Jordan son una pareja de doctores que trabajan y
conviven juntos. Pero Jonathan sigue obsesionado por el recuerdo de una tarde
que vivió con Sara, Annie empieza a tener fantasías con un hombre desvelado de
Seattle, Renata corta con Rob y al poco conoce a Sam Sharpe, y Maggie se fija
en el extraño pero al mismo tiempo atractivo Seth. Serendipity [Peter Chelsom,
2001], Algo Para Recordar [Nora Ephron 1993], Querido Intruso [Lasse Hallström,
1991] y City of Angels [Brad Silberling, 1998] parten todas de una misma
premisa: que su personaje central ya tiene una pareja estable y con el que está
cómodo, pero carece de esa felicidad y locura propias del amor que es
precisamente lo que aporta esa nueva persona que entra en su vida. A veces
diseñando el personaje de forma que resulta egoísta y/o absorto en si mismo
para que la ruptura sea más que razonable y nada dolorosa (caso de la otra
pareja de Serendipity, Sara y su novio Lars, un músico muy pagado de si mismo),
al cine le gusta jugar con la idea del “bueno, pero no excelente”, de esa
pareja que parece idílica pero a la que falta el pilar básico que, como no,
surgirá de la forma más inesperada. Desde Enamorarse [Ulu Grosbard, 1984] a
Cartas a Julieta [Gary Winick, 2010] y así un largo etc., la lección, solapada
pero presente, viene a ser la misma repetida en cada generación: la de no
conformarse con estar con una persona que simplemente sea amable y con la que
estar cómodo, si no la de pasar la vida con alguien de quien enamorarse y a
quien amar, con todo cuanto esto conlleva. Porque la comodidad siempre será un
premio de consolación para conformistas. Y el amor, el premio gordo para los
que nunca se rinden.
Nº De Serie: NC/TCM/00082. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Lunes, 27 de junio de 2016.
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