EL CÓDIGO HAYS (Y LA MADRE QUE LO PARIÓ)
En 1921, la actriz Virginia
Rappe, de 30 años, murió durante una fiesta dada por la entonces megaestrella
Roscoe “Fatty” Arbuckle, en circunstancias poco claras y que fueron llevadas a
juicio. Considerado el primer gran escándalo del Hollywood de los Felices Años
20, “Fatty”, de 34 años, fue encontrado no culpable, pero el escándalo,
cubierto por William Randolph Hearst, causó que él jamás recobrase el prestigio
perdido, y que ahí se crease la Asociación de Productores y Distribuidores
Cinematográficos de América, para custodiar la integridad moral de la gente de
la Hollywood. Sin apenas éxito, ciertamente. Al menos hasta 1934, en que Will
Hays entra en escena. El primer presidente de esa compañía crea, auspiciado por
sus camaradas de armas, un código de lo que es moral e inmoral tan férreo que
estrellas sexys y atrevidas como Mae West y su famosa frase «Cariño, ¿llevas
una pistola en los pantalones o es que te alegras de verme?» pasan a ser poco
menos que indeseables. Una era de censura que perduró hasta 1967, cuando el
Código Hays fue derogado, el cual condenaba a la mujer a papeles de una sumisión
absoluta al hombre, a ser la damisela en apuros frágil y vulnerable, haciendo
retroceder las agujas de la igualdad sexual varios siglos. Tuvo que llegar un
nuevo sistema para catalogar a las películas y para evaluar su calidad, y el
sentimiento convulso de los 60, para erradicar del todo lo que fue una
verdadera denigración para la mujer. Puede parecer tontería, pero solo la
supresión del Código Hays permitió que el viejo status quo cambiase a algo
mejor. En otras palabras: si no se hubiese derogado, la Princesa Leia jamás
habría existido, porqué Hays jamás habría tolerado a un personaje así: mujer
guerrera, independiente y sin someterse a un hombre. Leia fue el primer gran
paso en cine de la liberación de la mujer. Para que todas reclamasen lo que es
suyo por derecho: la igualdad.
Nº De Serie: NC/TCM/00011. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Sábado, 30 de enero de 2016.
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