O.S.E.O. (OPINIÓN SIN EXCEPCIÓN = OPRESIÓN)
Alemania tuvo a Hitler. España,
a Franco. Y Hollwood, a McCarthy. Llámese como se quieran llamar, todos los
grandes dictadores tienen una cualidad en común: el total desprecio por
cualquier idea que no comulgue con su propia forma de pensar. La disensión o la
pluralidad de pensamiento es para ellos la peor de las atrocidades, porque
ponen de manifiesto la posibilidad de que su imperio de terror y miedo se
derrumbe. Y aunque parezca increíble, eso fue extensivo, durante décadas, a la
Meca del Cine. Y eso es algo que se ha visto expuesto en Trumbo: La Lista Negra
de Hollywood [Jay Roach, 2015], donde un guionista de ese lugar, a punto de ser
el mejor pagado de la industria, de pronto se ve abocado al ostracismo por sus
ideas políticas, causado por una serie de personas, pertenecientes a una
asociación no exenta de sarcasmo en su supuesta defensa de la libertad y de
grandes valores, pero practicando una tiranía despiadada que causó toda clase
de desmanes en aquella idealizada época de los grandes estudios y las superproducciones.
Trumbo no es sino una parte de un todo mayor, un simple ejemplo de lo que
ocurre cuando el cine se convierte en sede del miedo y la intolerancia. Desde
directores de la talla de Frank Capra y Edward Dmytryk a actores como Edward G.
Robinson y John Garfield, pasando por toda una legión de guionistas, el llamado
McCarthismo se instauró en Estados Unidos sembrando la paranoia y la
desconfianza en las gentes de un modo increíble, y el cine no escapó a su red
de influencia. Solo varias décadas después se pudo poner fin a lo que era, sin
más, una dictadura y una tiranía en toda regla, implantada a odio y fuego en lo
que en teoría era el país de la libertad. Fue, tristemente, la evidencia de lo
que sucede cuando los líderes no consienten la excepción a una opinión. Una
intolerancia que, de manera inevitable, esto solo lleva a una única conclusión:
la opresión.
Nº De Serie: NC/TCM/00041. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Viernes, 6 de mayo de 2016.
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