“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

La Decadencia de los Dioses

LA DECADENCIA DE LOS DIOSES


 Bill Cosby fue un showman de gran fama en las series Yo soy Espía [1973] y El Show de Bill Cosby [1984]. Y Jimmy Savile fue un famoso presentador de TV, destacando por su programa Top of the Pops [1964] en el que estuvo desde su inicio hasta 1984. Dos figuras emblemáticas, el primero en Estados Unidos y el segundo en Reino Unido, cuyo poder mediático y de convocatoria era casi como el de los dioses de Olimpo llamando a los simples mortales de la Grecia clásica. Y, sin embargo, detrás de sus sonrisas afables, latían escondidos dos monstruos de corazón retorcido capaces de abusar de cualquiera persona que se les pusiera a tiro y de cometer atrocidades difíciles de nombrar. Dijo Lord Acton, en el lejano 1887, «el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente». Nada más cercano a la realidad que tal axioma, convertido a las malas en una bofetada en la cara que cuanto más grande es el poder, más grande es la corrupción que anida en su interior. Obligados a callar para no sufrir un total descrédito (en el caso de Cosby) o denunciándolo para caer en la incredulidad de la policía ante la idea de que alguien tan famoso fuera capaz de algún tipo de crimen como ese (en el caso de Savile), su poder dio a ambos plena impunidad durante años, décadas, para destruir carreras y hasta destruir las mentes de aquellos más jóvenes, incapaces de entender qué era lo que estaba pasando (Savile no discriminó a nadie en sus abusos, ni siquiera menores de edad). Por muy poderosos que parezcan y por mucha fama que ostenten, hasta los dioses del cine y la TV siguen siendo tan miserables y tan ruines como el hombre de la calle. Porque los dioses viven en las alturas, muy lejos de mezquindades terrestres. El resto solamente somos mortales capaces del bien más altruista o del mal más vil. Porque a mayor luz, mayor sombra. Incluso en las cumbres más elevadas del poder y de la fama.

 Nº De Serie: NC/TCM/00068. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Lunes, 13 de junio de 2016.

 Valora el artículo

No hay comentarios:

Publicar un comentario