Vista En: Youtube, domingo 10 de septiembre de 2017.
Título Original: Vicious.
Director: Oliver Park.
Guión: Oliver Park. Género: Terror.
Música: Matthew Walker. Fotografía: Paul Dudbridge.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: [Desconocido].
Productora: Oliver Park. Presupuesto: ±3.000 £ (±3.800 €/±4.600 $).
País: Reino Unido. Año: 2015. Duración: 12 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Rachel Winters
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Lydia
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Isabelle King
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Katie
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Alex Holden
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Desconocido
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Lydia es una joven inglesa que al llegar a su
casa de trabajar se encuentra que la puerta no está cerrada con llave.
Sospechando que puede haber un intruso en su hogar y con el recuerdo aún
presente de lo que le pasó a su amiga y compañera de piso Katie, Lydia revisa
su casa cuarto por cuarto, percibiendo una extraña sombra en una de las
habitaciones.
Crítica: Angustioso y minimalista cortometraje de
terror que toma prestado uno de los grandes miedos de la sociedad urbanita para
meterlo en terrenos de gran potencial narrativo, haciendo de su única actriz
principal el arma que necesita para inspirar pavor e inquietar al mismo tiempo
(la llegada de Lydia a su casa, donde algo tan sencillo como una puerta sin la
llave echada es de por si motivo suficiente para recelar que, más que un
descuido, es síntoma de algo más amenazador; el flashback, en el que Lydia
acude a socorrer a una histérica Katie, cuyos ojos desorbitados por el miedo
reflejan mejor que sus gritos el estado de pánico en el que se encuentra: lo de
detrás de Lydia pone los pelos de punta; el clásico instante de “apagar luces”
al irse a dormir, con la joven descubriendo que no está tan sola en su
habitación como parece). De excelente facturación en lo paupérrimo y modesto de
su propuesta y con una banda sonora que ayuda a confeccionar una atmósfera
malsana, la propuesta es una pequeña pero potente trabajo con la que el actor
Oliver Park efectúa su debut como director, y contando con una efectiva Rachel
Winters, enésima candidata al título de “reina del grito” que en su día
popularizase Jamie Lee Curtis en La Noche de Halloween [John Carpenter, 1978],
con detalles bien ejecutados (la cámara, poniéndose en modo subjetivo para
enfocar el punto de vista del móvil de Lydia para iluminar la casa:
sobradamente ingenioso; el final, en el que aparece algo inesperado, y que
fuerza un cambio de rasante sobre lo preconcebido; sus efectos especiales,
escasos pero usados con mucha precisión para perturbar y sentir canguelo en el
cuerpo). Aún lejos de ser la cuadratura del círculo del microcine de terror,
Vicious tiene suficiente fuerza para y pericia para darle la vuelta a lo
cotidiano y convertirlo en un elemento de intimidación masiva, teniendo más
sustancia de la que parece.
La Puntilla: “La paz de tu propio hogar”. Pocos ideales
más asentados en la psique humana. Pocos más escalofriantes cuando esa paz se
esfuma.
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