Vista En: TCM, miércoles 14 de diciembre de 2016.
Título Original: Vertigo.
Director: Alfred Hitchcock.
Guión: Alec Coppel y Samuel Taylor, con contribución
de Maxwell Anderson, basado en la novela De Entre los Muertos, Pierre Boileau y
Thomas Narcejac, publicada en 1954. Género: Intriga.
Música: Bernard Herrmann. Fotografía: Robert Burks.
Decorados: Sam Comery Frank R. McKelvy. Vestuario: Edith Head.
Productora: Alfred J. Hitchcock Productions. Presupuesto: ±2.479.000 $.
País: USA. Año: 1958. Duración: 128 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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James Stewart
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John ‘Scottie’ Ferguson
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Kim Novak
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Madeleine Elster/Judy Barton
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Barbara Bel Geddes
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Midge Wood
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Tom Helmore
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Gavin Elster
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Henry Jones
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Forense
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Raymond Bailey
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Doctor de Scottie
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Ellen Corby
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Directora del Hotel McKittrick
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Konstantin Shayne
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Pop Leibel
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Paul Bryar
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Capitán Hansen
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Jean Corbett
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Sra. Elster
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Joanne Genthon
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Carlotta Valdes
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: John Ferguson es un policía que tras un
accidente de trabajo en el que murió un compañero, se retira del cuerpo. A la
vez que busca superar su pánico a la altura Gavin Elster, un amigo suyo, le
pide que siga a su esposa Madeleine pensando que ella está poseída por el
espíritu de una antepasada, lo que hará que John se obsesione cada vez más con
ella según la siga.
Crítica: El maestro del suspense vuelve a contar por
cuarta vez con James Stewart después de La Soga [1948], La Ventana Indiscreta
[1954] y El Hombre que Sabía Demasiado [1956], acompañado de una deslumbrante y
afectada Kim Novak y una secundaria pero igualmente valiosa Barbara Bel Geddes,
en una historia sobre obsesiones y paranoias cruzadas que hace un uso
prodigioso del encuadre y la panorámica como de un enorme colorido,
convirtiendo a la ciudad del Golden Gate en un personaje más a lo largo de su
metraje como al mismo tiempo dando un ejercicio intelectual a la altura del
propio Hitchcock y su capacidad para crear atmósferas sin apenas palabras
(Scottie, siguiendo a Madeleine a lo largo y ancho de la ciudad, en que cada
parada de ésta solo ofrece una pieza extra de un gran rompecabezas; la amistad
entre Scottie y Midge, un tercer vértice hecho ex profeso para crear un
correcto triángulo de sentimientos; su prólogo, en el que Scottie, persiguiendo
a un sospechoso por las azoteas de la ciudad, de pronto queda colgando de un
canalón: un delirio de altura potenciado por un retrozoom realmente
acongojante). Fascinante y a la vez elegante en sus decorados como excelente en
su elenco protagonista, instantes en apariencia anodinos sirven como un genial
punto de apoyo para crear momentos de gran tensión, la cual va revelando sus
secretos a ritmo de tortuga, sabiendo donde soltar las bombas (Scottie,
demostrando a Midge que su acrofobia está superada; éste hablando con
Madeleine, en una charla con una muchas contradicciones; Judy, poniéndose un
colgante para salir a cenar: la mirada de Scottie lo dice todo). Otro de esos
largometrajes hechos con un gusto refinado y exquisito por el detalle, un más
que genial análisis sobre la maldad humana y las obsesiones, tan sencillo y a
la vez perverso como tener una psicodélica pesadilla o la escritura de una
carta a un ser querido.
La Puntilla: Si ya tienes una obsesión, procura no
cambiarla por otra. Nunca se sabe si a lo mejor va a ser aún más peligrosa que
la primera.
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