Vista En: Canal Hollywood, martes 17 de julio de 2007.
Título Original: Cool as Ice.
Director: David Kellogg.
Guión: David Stenn, inspirado en el libreto de 1953
de John Paxton y Frank Rooney. Género: Drama.
Música: Stanley Clarke. Fotografía: Janusz Kaminski.
Decorados: Sally Nicholau Hamilton. Vestuario: Ingrid Ferrin.
Productoras: Alive Films, Capella y
Koppelmann/Bandier-Carnegie Pictures.
Presupuesto: ±6.000.000 $.
País: USA. Año: 1991. Duración: 91 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Vanilla Ice
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Johnny Van Owen
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Kristin Minter
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Kathy Winslow
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Michael Gross
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Gordon Winslow
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Candy Clark
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Grace Winslow
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Victor DiMattia
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Tommy Winslow
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John Haymes Newton
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Nick
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Deezer D
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Jazz
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Kathryn Morris
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Jen
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Jack McGee
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Clarke
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S.A. Griffin
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Morrisey
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Sydney Lassick
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Roscoe
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Dody Goodman
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Mae
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Johnny Van Owen es un famoso cantante de rap
que vive a base de actuar de ciudad en ciudad junto a su banda. Durante uno de
sus viajes, una de las motos de la banda se estropea y recalan en un pequeño
pueblo en donde Johnny se enamora de la guapa Kathy, pero se encuentra que
tanto el novio como el padre de ésta intentan evitar que se acerque a ella.
Crítica: Ópera prima de David Kellogg después de cinco
años como director de documentales y cortos para la revista Playboy,
transformando la trama de Salvaje [Laslo Benedek, 1953] en una
escalofriantemente patética adaptación dedicada a los horterismos más salvajes
{nunca mejor dicho} de inicios de los 90 para mayor lucimiento de rapero
Vanilla Ice autor de “Ice Ice Baby”, cuya trama transforma el film en una
nadería que vive perpetuamente a la sombra de la original y cuyo diseño de
vestuario debería por méritos propios entrar al museo de los horrores tanto por
el diseño como por su colorido (el inicio, con Johnny y sus amigos gozando de
las mieles del éxito tocando para un público entregado en la gran ciudad: lo
único de toda la película que consigue tener un mínimo de coherencia, antes de
que todo se vaya por el desagüe; Johnny y sus reflexiones pseudos filosóficas a
cámara, pretendiendo ser una especie de maestro zen pero con ropa de marca: no
hay por donde cogerlo; Kathy, o la perfecta hija de papá buena y amable que se
siente atraída por el chico raro y diferente: su química es exactamente la de
la última palabra del título de la película). Guardándose algunos clichés y
topicazos altamente necesarios a fin de enturbiar las aguas de una cinta turbia
por si sola, Frío como el Hielo contiene todos y cada uno de los elementos para
encumbrarla a la categoría de obra de arte del cine basura, pringosa y viscosa
incluso en la fotografía y la banda sonora de Clarke, sin dejar de lado a las
canciones rematadamente marchosas del propio Vanilla Ice (Johnny y sus amigos,
poniéndose a cantar “People’s Choice” para animar el ambiente; Gordon, o
Michael Gross fuera de Enredos de Familia [1982] muy flojito; Nick, un John
Haymes Newton salido de Superboy [1988] al que el papel se le va de las manos).
Un film atroz, que deja como la primera palabra de su título: muy pero que muy
frío.
La Puntilla: Del Marlon Brando de 1953 al Vanilla Ice de
1991. No es que no haya comparación, es que la sola idea de compararlos ya es
aberrante.
Mi
Valoración
★★★★★
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