Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 15 de abril de 2017.
Título Original: The Fate of the Furious.
Director: F. Gary Gray.
Guión: Chris Morgan. Género: Acción.
Música: Brian Tyler. Fotografía: Stephen F. Windon.
Decorados: Danielle Berman. Vestuario: Sanja Milkovic Hays.
Productoras: Universal Pictures, One Race Films y Original Film.
Presupuesto: ±250.000.000 $.
País: USA. Año: 2017. Duración: 136 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Vin Diesel
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Dominic Toretto
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Jason Statham
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Deckard Shaw
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Dwayne Johnson
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Luke Hobbs
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Michelle Rodriguez
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Leticia ‘Letty’ Ortiz
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Tyrese Gibson
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Roman Pearce
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Chris ‘Ludacris’ Bridges
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Tej Parker
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Charlize Theron
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Cipher
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Kurt Russell
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Don Nadie
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Nathalie Emmanuel
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Megan Ramsey
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Luke Evans
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Owen Shaw
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Elsa Pataky
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Elena Neves
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Scott Eastwood
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Pequeño Don Nadie
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: De vacaciones con Letty en Cuba, Toretto es asaltado por una hacker informática, Cipher, que le obliga a trabajar para ella. Reuniendo a la familia, Letty, Hobbs, Pearce y los demás intentan detener a Cipher y liberar a Toretto. Pero para conseguirlo Don Nadie reaparece y les obliga a colaborar con Deckard Shaw, a pesar de que éste estuvo a punto de asesinarlos.
Crítica: Reverdeciendo laureles veinte años tras la impresionante Negociador [1998], F. Gary Gray hereda el bastón de mando del James Wan siguiendo la doctrina impuesta por Justin Lin en sus cuatro pelis anteriores, en una octava entrega de la saga que a veces llega a poner los pelos como escarpias en sus recovecos narrativos, y otras hace reír hasta a las piedras (Cipher, haciendo un hackeo masivo a un montón de coches con tal de capturar su objetivo: si algo parecido es posible en el mundo real, asusta y con creces; las continuas puyas entre Shaw y Hobbs, demostrando una química digna de llevarse a su propia película; la ausencia de Paul Walker, notándose como un elefante en una cacharrería, y aún así manteniendo las formas: sus escasas menciones son muy correctas). Con una diversión perpetua y jugando a la espectacularidad sin parar, el director de The Italian Job [2003] reúne a dos de las estrellas de aquella película, y a un montón más por el camino, con no pocas sorpresas a lo largo del abultado metraje (el motivo por el que Cipher tiene controlado a Toretto, que recupera un personaje algo extraviado: la réplica de él hablando sobre un tigre es perfecta; Helen Mirren, breve pero inconmensurable: toda su charla con Statham es desternillante; Scott Eastwood, buscando su hueco en el cine para demostrar que no solo papá Clint sabe actuar: el modo en que Hobbs lo pone en su sitio es una cafrada de las gordas). Loquísima hasta decir basta y hasta con algún detalle sobrante, Fast & Furious 8 hace exactamente lo mismo que hicieron las siete restantes, que es pelear, correr y perseguirse sin tregua de un lado a otro (las insufribles peroratas filosóficas de Cipher, capaces de matar de aburrimiento; Hobbs, de entrenador de fútbol de su hija pequeña, con danza maorí incluida; otro personaje, saliendo del hospital para aumentar el juego). Y lo del submarino, eso ya es delirante de narices.
La Puntilla: A Chris Morgan, mi más sentida enhorabuena. Porque él sí que es la espina dorsal que mantiene unida a la familia.
Mi
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★★★★★
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