Vista En: Canal Hollywood, miércoles 22 de enero de 2003.
Título Original: To Gillian on Her 37th Birthday.
Director: Michael Pressman.
Guión: David E. Kelley, basado en la obra teatral Para Gillian en su 37º Cumpleaños, de Michael Bradym, estrenada en 1984. Género: Drama.
Música: James Horner. Fotografía: Tim Suhrstedt.
Decorados: Linda Pearl. Vestuario: Deborah L. Scott.
Productoras: Rastar Pictures y Triumph Films. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 1996. Duración: 93 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Peter Gallagher
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David Lewis
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Michelle Pfeiffer
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Gillian Lewis
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Claire Danes
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Rachel Lewis
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Laurie Fortier
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Cindy Bayles
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Wendy Crewson
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Kevin Dollof
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Bruce Altman
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Paul Wheeler
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Kathy Baker
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Esther Wheeler
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Freddie Prinze Jr.
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Joey Bost
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Rachel Seidman-Lockamy
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Megan Weeks
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Lori New
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Rubia en la playa
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Danny Crook
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Socorrista
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Seth Green
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Danny
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: David Lewis vive sumido en el dolor por la pérdida de su esposa Gillian en un accidente de barco. A la vez que ésta se le aparece de vez en cuando, recibe la visita de su hermana Esther y su cuñado Paul para celebrar el que hubiera sido el 37 cumpleaños de Gillian, en una fiesta que llevará ese fin de semana a revelar una serie de importantes secretos familiares.
Crítica: Curtido realizador en películas para TV como en Pasiones Secretas [1987] como también en la gran pantalla con Esos Ojos, Esos Labios [1980] y Las Tortugas Ninja II: El Secreto de los Mocos Verdes [1991], Pressman dirige una película bastante más interesante de lo que parece sobre la familia y la pérdida contando con un fantástico Peter Gallagher como estrella absoluta, al lado de secundarios estoicos y más afectados como Bruce Altman y Kathy Bates, sin olvidar a la joven Claire Danes, la protagonista de la serie Es mi Vida [1994], en que la mezcla entre todos ellos, juntos y revueltos, se sirve en plato de buen gusto teniendo además un punto bien jugado entre delirio y sobrenatural, algo que añade una intriga extra al conjunto (las apariciones de una fantasmal Gillian Lewis, o Michelle Pfeiffer en otro de esos papeles que confirman una belleza y un talento que en verdad sí parece de otro mundo; la charla, a solas, entre Esther y Paul acerca de los hijos y la felicidad: la puya de éste último con que ésta se termina es para meditarla realmente en serio; Cindy, convertida a su pesar en el centro de una revolución familiar, sufrida y dolida al ver como su padre se obsesiona en lo que no sabe si es alucinación o el auténtico fantasma de su madre). Vistosa y preciosa en su fotografía y en los escenarios que plantea y espléndida como es de rigor en la música de ese genio de la batuta llamado James Horner, el de Willow [Ron Howard, 1988], Feliz Cumpleaños, Amor Mío contiene una serie de ingredientes que plantean y abren debate sobre la vida y la felicidad con otras cosas de por medio (Paul y sus flirteos con la joven Cindy: la crisis de la madurez contra la juventud en todo su esplendor; el propio accidente, transformando una velada divertida y familiar en un horror espantoso). Breve y ajustada en duración, Pressman da en la diana y hace un film precioso, con un final que también da qué pensar.
La Puntilla: Que envidia despierta en los demás la felicidad, que incapaces de aceptarla pueden pedirte de renunciar a ella por ser “normal”.
Mi
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★★★★★
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