Vista En: Gnula.nu, jueves 18 de enero de 2018.
Título Original: Bermuda Tentacles.
Director: Nick Lyon.
Guión: Geoffrey Meed. Género: Ciencia Ficción.
Música: Chris Ridenhour. Fotografía: Alexander Yellen.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Ashli Pingry.
Productora: M. O. B. Movis. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 2014. Duración: 87 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Trevor Donovan
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Jefe Trip Oliver
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Linda Hamilton
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Almirante Linda Hansen
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Mya Harrison
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Teniente Plummer
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John Savage
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Presidente DeSteno
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Jamie Kennedy
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Dr. Zimmer
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Richard Whiten
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Teniente Comandante Barclay
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Ricco Ross
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Capitán Phillips
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Jeff Rector
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Capitán Warren
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Robert Blanche
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Capitán Dave Williams
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Stephanie Cantu
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Rivas
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Justin Cuomo
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Alex Preacher
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Luke White
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Stephen Hondo
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un accidente a bordo del Air Force One cuando
este volaba por el Triángulo de las Bemudas provoca que el presidente deba ser
evacuado en la cápsula de escape. Esto moviliza al ejército para enviar a sus
barcos y a un equipo de rescate para encontrarlo, pero para su horror descubren
que en el fondo del mar hay una enorme criatura que ataca a cuanto encuentra.
Crítica: Perpetrador de infamias del calibre de La
Aniquilación de la Tierra [2009] y Apocalipsis Zombie [2011], Nick Lyon combina
de la manera menos creíble desde Abyss [James Cameron, 1989] hasta otras cintas
como Air Force One (El Avión del Presidente) [Wolfgang Petersen, 1996], en una
mixtura de LSD con anfetaminas y algo de esteroides para potenciar su efecto,
terrible por definición e infausta por naturaleza, que comete el error del
tomarse en serio a si misma (Linda Hamilton, demostrando lo mal que una actriz
puede envejecer y lo bajo que se puede llegar a caer del estrellato de quien
estuvo en Terminator 2: El Juicio Final [Cameron, 1991]; John Savage, haciendo
lo que Hamilton: cobrar cheque y nada más, probando que de algo hay de vivir;
la cantante Mya, pecando de lo que hizo Rihanna en Battleship [Peter Berg,
2012] pero peor, intentando hace ver que vale para actriz en la antítesis de lo
que es una película). Sacando a relucir esos clásicos y prototípicos efectos
especiales que son “marca de la casa” de las producciones de serie Z, amén de
una banda sonora intentando sin éxito ensalzar el patriotismo militarizado y
heroico, Tentáculos de las Bermudas no engaña a nadie desde lo inverosímil de
su título a lo muy soseras de su protagonista principal, émulo en cutre del
Taylor Kitsch del film de Berg, que por lo menos tiene el único sentido común
de durar lo que un suspiro sin contar los títulos de crédito, usando el mito
del Triángulo de las Bermudas como pretexto (las tomas panorámicas, con unos
tentáculos gigantes acechando a los portaaviones: no es creíble ni siquiera en
severo estado de embriaguez; la llegada al fondo del mar, tan inútil como el
posterior de “algo” saliendo de él, precisamente lo opuesto en espectáculo al
film de Cameron de 1989; Jamie Kennedy, en estado de sopor perpetuo). Una
película hecha para el descrédito y lo esperpéntico, deplorable al 100%.
La Puntilla: Cuando estás en el escalafón más bajo del
cine lo que no puedes hacer es dártelas de clase alta. Así solo se cae en el
ridículo.
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