Vista En: Cines Ocimax (Gijón), domingo 12 de
septiembre de 2010.
Título Original: The Runaways.
Directora: Floria Sigismondi.
Guión: Floria Sigismondi, basado en el libro
autobiográfico de Neon Angel: La Historia de Cherie Currie, publicada en 1989. Género: Drama.
Música: Lillian Berlin. Fotografía: Benoît Debie.
Decorados: Beauchamp Fontaine y Mark Walker. Vestuario: Carol Beadle.
Productoras: River Road Entertainment, Linson
Entertainment y Blackheart Films. Presupuesto: ±10.000.000 $.
País: USA. Año: 2010. Duración: 106 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Kristen Stewart
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Joan Jett
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Dakota Fanning
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Cherie Currie
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Michael Shannon
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Kim Fowley
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Stella Maeve
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Sandy West
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Scout Taylor-Compton
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Lita Ford
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Alia Shawkat
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Robin
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Riley Keough
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Marie Currie
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Johnny Lewis
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Scottie
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Tatum O’Neal
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Padre de Cherie
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Brett Cullen
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Padre de Cherie
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Hannah Marks
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Tammy
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Jill Andre
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Tía Evie
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: A mediados de los años 70, Joan Larkin es una
joven que intenta abrirse paso en la música. Cambiando su apellido a Jett, su
suerte cambia al conocer a Kim Fowley, un excéntrico productor musical con el
que creará el primer grupo totalmente compuesto de chicas, entre las cuales se
encuentra Cherie Currie, por la que Jett empieza a sentir más que amistad.
Crítica: Vibrante y a ratos muy cómica disección de la
primera gran rockera de la música Joan Jett, con la que la reputada directora
de videos musicales Floria Sigismondi acomete su ópera prima en pantalla
grande, reencontrando a dos de las actrices de la saga de Crepúsculo en los
papeles principales pero ampliamente eclipsadas por un inmenso Michael Shannon
que se roba todas y cada una de las escenas donde se deja ver (Fowley:
desquiciado, delirante, pasado de vueltas, un auténtico loco con un talento
único para el negocio: su reacción al conocer la edad de Cherie Currie es de
caerse de espaldas; ésta, en su instituto, arrancándose por una imitación de
David Bowie que despierta poco entusiasmo en la platea: su contestación a los
abucheos es impecable; Stewart y Fanning, demostrando una enorme química al
margen de vampiros y otros seres sobrenaturales, llegando a cantar de verdad:
un punto añadido nada desdeñable). Melodrama que sigue punto por punto todos y
cada uno de los pasos de las películas del despertar a la madurez más o menos
en la línea de El Gran Miércoles [John Milius, 1978] con influencias de Rock
Star [Stephen Herek, 2001], lo cierto y verdad es que Sigismondi logra con The
Runaways un film ameno y de lo más entretenido, con una Kristen Stewart que se
afana en cada escena por replicar los gestos y manierismos de la real Joan
Jett, y con unas cuantas canciones convertidas por derecho propio en auténticos
clásicos generacionales (la manera en que Jett y Currie van creando “Cherry
Bomb”, uno de sus himnos más inmortales; su visita a Japón, donde el fervor de
sus fans se convierte en una marea incontenible; la brecha entre las chicas
según crece su fama, cuya relación no es profundizada como se debiera: de lo
poco fallido del conjunto). Impecable en vestuario y con un epílogo algo
agridulce, Sigismondi hace el clásico telefilme de fin de semana, pero con
pedigrí.
La Puntilla: Dominados por la hegemonía machista, tuvo que llegar ella para demostrar que el Rock’n Roll no entiende de géneros.
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