Vista En: Gnula.nu, miércoles 6 de septiembre de 2017.
Título Original: Earth to Echo.
Director: Dave Green.
Guión: Henry Gayden, basado en una historia original
de Henry Gayden y Andrew Panay. Género: Ciencia Ficción.
Música: Joseph Trapanese. Fotografía: Maxime Alexandre.
Decorados: Missy Parker y Linda Lee Sutton. Vestuario: Judianna Makovsky.
Productoras: Relativity Media y Panay Films. Presupuesto: ±13.000.000 $.
País: USA. Año: 2014. Duración: 91minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Teo Halm
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Alex Nichols
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Brian ‘Astro’ Bradley
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Tucker ‘Tuck’ Simms
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Reese Hartwig
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Reginald ‘Munch’ Barrett
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Ella Linnea Wahlestedt
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Emma
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Jason Gray-Stanford
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Dr. Lawrence Madsen
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Alga Smith
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Marcus Simms
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Cassius Willis
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Calvin Simms
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Sonya Leslie
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Theresa Simms
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Kerry O’Malley
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Janice Douglas
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Virginia Louise Smith
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Betty Barrett
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Peter Mackenzie
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James Hastings
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Valerie Wildman
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Christina Hastings
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Alex, Tuck y Munch son tres amigos cuyas
familias se mudan por un proyecto de autopista que cruzará su urbanización.
Recibiendo un extraño código en sus móviles, los tres deciden pasar su última
noche juntos siguiendo esas señales de móvil, encontrando que son enviadas por
un ser alienígena que necesita dar con unas piezas perdidas para volver a su
planeta.
Crítica: Correcta y divertida ópera prima de Dave
Green, quien previamente hizo cortos como Ham Sandwich y New Romance [ambos de
2011], y que hace un sentido homenaje al cine de los 80 con una trama en la que
se notan las referencias a E.T., el Extraterrestre [Steven Spielbeg, 1982] y a
Los Goonies [Richard Donner, 1985], creando un pastiche de ideas en donde no
faltan los instantes de aventura ni tampoco un estupendo sentido del ritmo
(Tuck, un chico con ínfulas director a lo Spielberg que graba todo sin parar:
el mismo formato de falsa realidad o “imagen de archivo” pero bien aprovechado
de Monstruoso [Matt Reeves, 2008]; Eco, un pequeño extraterrestre cuyo diseño
evoca vagamente al búho mecánico Bubo de Furia de Titanes [Desmond Davis, 1981],
derrochando simpatía y encanto por igual; Gray-Stanford, dejando en casa la
simpatía de su Randy Disher de Monk [2002] como se deja barba para remarcar
distancia de él: un villano creíble y amenazador). Con unos efectos especiales
que aumentan exponencialmente en calidad e importancia, y con cuatro
protagonistas geniales en sus actuaciones, la cinta es una odisea es a grandes
rasgos Los Goonies del siglo XXI para la generación de Internet, cuyo acabado
remata en sencillez una trama entre lo emotivo y lo entrañable (la aparición de
Emma en el relato, vital de necesidad para darle un punto de frescura
irremplazable: Wahlestedt lo hace de fábula; cada una de las piezas que
encuentra el grupo, liándola parda en cuanto a destrozo urbano; el final, en el
que “algo” que sale del suelo de pronto adquiere proporciones épicas: lo mejor,
con diferencia). Llegando a niveles de locura y de tensión (el grupo, a punto
de estrellarse contra un camión), Tierra a Eco es un film encantador,
demostrando que no se necesitan cien millones para crear ciencia ficción de
calidad. Y su escena post-créditos finales es un remate perfecto.
La Puntilla: Donde hay aliens siempre hay un agente del
gobierno dispuesto a exhibir lo peor de la raza humana.
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