Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 17 de junio
de 2017.
Título Original: La Mecánique de l’Ombre.
Director: Thomas Kruithof.
Guión: Yann Gozlan y Thomas Kruithof, con la
colaboración de Marc Syrigas y Aurélie Valat. Género: Intriga.
Música: Grégoire Auger. Fotografía: Alex Lamarque.
Decorados: Françoise Joset. Vestuario: Christophe Pedri.
Productoras: 2425 Films, Scope Pictures, Canal+, Orange
Cinéma Séries, La Wallonie, A Plus Image 6, Radio Télévision Belge Francophone,
Cofimage 27 y SofiTVCiné 3. Presupuesto: ±4.600.000 € (±5.200.000 $).
Países: Francia y Bélgica. Año: 2016. Duración: 88 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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François Cluzet
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Duval
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Denis Podalydès
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Clément
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Sami Bouajila
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Labarthe
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Simon Abkarian
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Gerfaut
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Alba Rohrwacher
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Sara
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Philippe Résimont
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De Grugy
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Daniel Hanssens
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Albert
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Bruno Georis
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Brazo derecho de Labarthe
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Olivier Bony
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El vecino
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Nader Farman
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Al-Shamikh
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Angelo Dello Spedale
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Pernot
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Bernard Eylenbosch
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El hombre de confianza
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Dos años después de haber sido despedido de
su trabajo, Duval es un hombre de mediana edad que acepta una extraña oferta de
trabajo en la que se limita a transcribir unas grabaciones que le entregan.
Pero cuando en una de las cintas escucha un asesinato, Duval sospechará de un
complot de los servicios secretos, lo que acabará poniendo en peligro su vida.
Crítica: Debut de Kruithof tras el cortometraje
Retención [2013] con el que el protagonista de Intocable [Olivier Nakache y
Eric Toledano, 2011] pasa de la comedia a una trama conspirativa de lenta
cocción y aún más ralentizada narración, cuyo acabado le da un aire de remake
no oficial de la fabulosa La Conversación [Francis Ford Coppola, 1974], con un
muy medido uso tanto de la atmósfera como de los tempos para ir dando enjundia
al guión (Cluzet, que curiosamente no solo guarda cierto parecido físico con
Dustin Hoffman si no que su misma interpretación recuerda y mucho a él; su
entrevista de trabajo con Clément, un hierático Podalydès mas amenazador por su
parsimonia y su forma de mirar que por otra cosa: la clase de hombre que sabe
más de lo que parece pero que nunca desvela su juego; su relación con Sara, una
alcohólica a la que intenta sacarla del pozo donde él estuvo: Rohrwacher está
más que creíble en el personaje). Jugando al despiste y al engaño en todo
momento, y con una eterna sensación de peligro que sube imparable in crescendo,
Testigo {una muy rara traducción del original “La Mecánica del Hombre”} es un
film no vacío pero tampoco explosivo o paroxístico, si no que mantiene una
calma tensa a la espera del momento adecuado en el que estallar, haciendo de cada
charla un arma de doble filo (Gerfaut, abandonando las buenas maneras para
demostrarle a Duval que no tiene alternativa: una operación chapucera con
resultados catastróficos; una de las grabaciones, verdaderamente siniestra a
tenor de lo que implica para el propio Duval; su clímax, con Clément dando a
entender las miserias e intereses detrás de los politiqueos de cara al público,
quintaesencia del cinismo y la corrupción del sistema: el golpe de efecto por
sorpresa ya es otra cosa). Una película lo bastante bien hecha para no ser un
desperdicio completo, pero que sin duda podría haber llegado más alto.
La Puntilla: Mucho ojo con aceptar trabajo de un tipo que
no conoces que te llama en mitad de la madrugada. A lo mejor no es trigo
limpio.
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