Vista En: Cines Marta & María (Avilés), miércoles
13 de febrero de 2008.
Título Original: 30 Days of Night.
Director: David Slade.
Guión: Steve Niles, Stuart Beattie y Brian Nelson,
basado en la novela gráfica 30 Días de Noche, de Steve Niles y Ben Templesmith,
publicada en 2002. Género: Terror.
Música: Brian Reitzell. Fotografía: Jo Willems.
Decorados: Jaro Dick. Vestuario: Jane Holland.
Productoras: Columbia Pictures, Dark Horse Entertainment,
Wonder Works Studios Entertainment Group y Ghost House Pictures.
Presupuesto: ±32.000.000 $.
País: USA_ Año: 2007. Duración: 107 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Josh Hartnett
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Eben Oleson
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Melissa George
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Stella Oleson
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Danny Huston
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Marlow
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Ben Foster
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El Extraño
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Mark Boone Junior
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Beau Brower
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Mark Rendall
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Jake Oleson
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Amber Sainsbury
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Denise
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Manu Bennett
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Billy Kitka
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Megan Franich
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Iris
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Joel Tobeck
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Doug Hertz
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Elizabeth Hawthorne
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Lucy Ikos
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Nathaniel Lees
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Carter Davies
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Barrow es un humilde pueblo de Alaska en el
que una vez al año se produce una noche que dura un mes entero. Pero la llegada
de un extraño al pueblo en un barco encallado se convierte en el preludio de
una pesadilla en la forma de un clan vampiro que se aprovechará del mes de
oscuridad para alimentarse y evitar que queden testigos que desvelen su
existencia.
Crítica: Tras sorprender con la intensa y escabrosa
Hard Candy [2005], David Slade realiza una correcta y bastante tétrica
adaptación de la novela gráfica de Niles y Templesmith, que sin reinventar el
género de los vampiros sí que aporta algunos elementos novedosos y bastante
interesantes, siguiendo muy a su modo la estela de Vampiros, de John Carpenter
[Carpenter, 1998] y con un marcado tono oscurantista no tanto en sus escenarios
como en sus personajes (los vampiros, una máquinas de matar al estilo del Valek
y sus acólitos en la película de 1998, despiadadas y hasta con su propio idioma
para la ocasión: la actuación de Danny Huston es, cuanto menos, un placer
culpable; Ben Foster o el lejano eco de un Reinfeld de la novela de Drácula, un
auténtico demente cuya llegada ya se sirve como aviso de la tragedia; Eben
Oleson, un sheriff al que la situación pronto le desborda, en la piel de un
Josh Harnett eficiente aunque nada asombroso). Notable y meritorio en la puesta
en escena como en algunos detalles del guión, 30 Días de Oscuridad se presenta
como un más que perturbador entretenimiento que usa sus bazas con habilidad y
una mala baba más que manifiesta, en las que el mal se presenta de más de una
forma (la visita de Olsen y el resto del grupo a casa de Billy, donde se revela
que a veces no hacen falta los vampiros para desatar el horror; una panorámica,
en plano cenital, atestiguando una indiscriminada cacería de humanos a lo largo
del pueblo; Oleson, teniendo que tomar una decisión difícil para que Barrow
pueda librarse de los vampiros: el camino más tortuoso del héroe). Genial en la
fotografía y mejor en los efectos del maquillaje (los vampiros y su atuendo y
apariencia, ex profeso para deshumanizarlos), Slade compone un relato de
cazadores y presas marcado con un final amargo como el resto de su trama. Y
Melissa George, como de costumbre, está magnífica en su papel.
La Puntilla: Por fin vampiros como mandan los cánones:
cabrones, brutales y sin aires bobo-romanticones de por medio. ¡Así se hace!.
Mi
Valoración
★★★★★
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