Vista En: Cines Almirante (Avilés), lunes 7 de agosto
de 2000.
Título Original: Gone in Sixty Seconds.
Director: Dominic Sena.
Guión: Scott Rosenberg, basado en el libreto
original de 1974 de H.B. Halicki. Género: Acción.
Música: Trevor Rabin. Fotografía: Paul Cameron.
Decorados: Don Diers. Vestuario: Marlene Stewart.
Productoras: Touchstone Pictures y Jerry Bruckheimer
Films.
Presupuesto: ±90.000.000 $.
País: USA. Año: 2000. Duración: 118 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Nicolas Cage
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Memphis Raines
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Giovanni Ribisi
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Kip Raines
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Angelina Jolie
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Sara ‘Sway’ Wayland
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Will Patton
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Atley Jackson
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Chi McBride
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Donny Astricky
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Robert Duvall
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Otto Halliwell
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Vinnie Jones
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Esfinge
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Delroy Lindo
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Det. Roland Castlebeck
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Timothy Olyphant
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Detective Drycoff
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Scott Caan
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Tumbler
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James Duval
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Freb
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Christopher Eccleston
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Raymond Calitri
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Memphis Raines, ladrón de coches de alta
gama, se ve forzado a volver a Long Beach para salvar la vida de su hermano,
metido en un lío con un importante criminal. Reuniendo a su antigua banda,
intentarán robar 50 coches en una sola noche, pero su plan se complicará debido
a Castlebeck, un policía que no logró atrapar a Memphis en su día y que va en
su busca.
Crítica: Después de su debut con Kalifornia [1994],
Dominic Sena se pasa al cine de acción en una propuesta con unos altos niveles
de entretenimiento y unos protas guapos y estilosos para ir marcando tendencia,
usando con mucho ingenio el choque generacional para crear momentos muy
divertidos (la cara de Kip y su banda mirando a Memphis mientras suena la
canción “Low Rider” de War; éstos, explicando sus habilidades para que Memphis
les deje actuar con ellos en el robo; Nicolas Cage y Angelina Jolie, el primero
desatadísimo y la segunda de un morboso que funde el asfalto). Remake del film
del mismo título escrito y dirigido por H.B. Halicki, Sena actualiza la historia
original con un ritmo non-stop y algunos momentos delirantes, sumando alguna
que otra curiosidad de guión en un intento de buscarle una identidad propia a
la cinta (Memphis, poniendo a los coches nombres de mujer: ¿veneración femenina
o pura misoginia?; Castlebeck, entrando en el taller de Otto en el instante más
comprometedor; Memphis y Kip, teniendo que huir de Johnny B., un violento
pandillero con ganas de bronca). Perfecta en lo tocante a su reparto, Robert
Duvall vuelve de nuevo a robar planos, mientras que Christopher Eccleston se
las da de malo malísimo con un punto loco bastante cómico, sin olvidarse de
gente como Vinnie Jones o Giovanni Ribisi (Kip, el clásico perdedor metido en
líos con mucho por aprender; Esfinge, un matón que no habla, y ni falta que le
hace; Calitri, qué mejor para una peli que rezuma espíritu americano tener un
villano que no lo sea: su pelea con Memphis es ridícula al 100%). Dándose unos
leves respiros para relajar la acción, ésta termina desatándose gracias a la
trepidante música de Rabin, si bien a veces se pasa de rosca (el momento a lo
KITT, imposible de creer). Predecible y rutinaria, el film es lo que parece y
no más: entretenimiento prefabricado listo para consumir y no pensar.
La Puntilla: «Para ser honrado hay que trabajar muy
duro». De ahí que sea tan tentador pasarse al otro lado para trincar mucho
en poco tiempo.
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